El Ministerio de Hacienda obligó a las gasolineras a asumir el coste de las ayudas a los carburantes, para luego liquidar el coste total con la Administración. Una exigencia que ha castigado especialmente a aquellas estaciones de servicio que habían apostado por un modelo ‘low cost’ para arañar negocio a Repsol y Cepsa. Pero no cuentan con pulmón financiero para hacer frente a esta subvención a la gasolina. Su solución ha sido subir precios y olvidar su modelo de negocio en esta situación excepcional.
Según el análisis de los expertos del Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol, las estaciones de servicio independientes y las que partían con precios más bajos han aumentado más los precios desde la introducción del descuento a los combustibles, siendo por tanto las que han capturado una mayor parte de esta subvención. Concretamente, las gasolineras ‘low cost’ llegaron a aumentar su precio de gasóleo entre cinco y ocho céntimos.
"Nuestra principal hipótesis para explicar estos resultados reside en un fallo de diseño de la política con respecto a las estaciones de servicio independientes", señalan desde EsadeEcPol. "Creemos que el sistema de anticipos implementado por el gobierno para dotar de liquidez al sector se ha revelado insuficiente en el caso de las gasolineras independientes con menores precios, lo que ha podido llevar a que aumenten sus precios para poder garantizar dicha liquidez", añaden.
Su investigación se fundamenta en los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que abarcan desde el mes de diciembre de 2021 hasta el día 17 de junio de 2022. Las gasolineras independientes de bajos precios vivieron un aumento de precios como consecuencia de su estrategia de ocho céntimos, mientras que entre las gasolineras independientes con una estrategia menos 'low cost' su incremento de precios desde el arranque de la subvención
Según la gráfica que comparte este centro de estudios económicos, las estaciones de servicio de la red de distribución de las tres grandes empresas del mercado (Repsol, Cepsa o BP) registraron un aumento de precios de seis céntimos entre las más baratas, dos céntimos en la mediana y llegaron a caer en un céntimo aquellas que registraba un precio más elevado antes de las ayudas.
En el caso de las grandes compañías, los expertos consideran que "pueden permitirse" llevar a cabo esta estrategia de no subir precios de la gasolina. Incluso, bajar los precios ligeramente en el caso de la gasolina 95, ya que cuentan con los márgenes derivados de sus actividades de refino así como con precios previos superiores respecto a las estaciones de servicio independientes.
"Este abaratamiento relativo de las gasolineras operadas por operadores mayoristas respecto al resto del mercado nos parece especialmente preocupante a medio y largo plazo, puesto que entendemos que puede minar la competencia en el sector", comenta EsadeEcPol en su informe.
Protesta de la gasolina 'low cost'
Una teoría que han respaldado estos meses representantes del sector como Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae). Una asociación que integra a empresas como Ballenoil o Petroprix y que son precisamente los que intentan arañar mercado a las grandes con su modelo 'low cost' de gasolineras sin personal.
Estas empresas denunciaban que los plazos que ha dado el Gobierno para recuperar el descuento a la gasolina "no son reales", algo que iba a provocar que muchas estaciones de servicio cerrasen antes de recuperar los fondos del Ministerio de Hacienda.
Subida de margen
Este informe también analiza durante la última década el margen bruto de distribución, definido como la diferencia entre el precio antes de impuestos (PAI) y la cotización internacional de referencia (CI). Según los datos de EsadeEcPol, no ha dejado de aumentar.
Este indicador comprende no solo la rentabilidad del operador mayorista y/o distribuidor minorista sino también todos los costes asociados a la distribución del carburante desde su origen (refinería o puerto de importación) hasta su destino final (estación de servicio). También incluye los costes asociados al punto de venta, y otros costes derivados de obligaciones normativas, como el mantenimiento de existencias mínimas de seguridad .
La CNMC en un informe publicado en junio de 2021 analiza esta subida hasta el año 2019. Competencia asegura que el incremento del margen bruto responde a factores estructurales, concretamente, a un aumento de las obligaciones normativas. Aunque existe una parte no explicada en el informe de la CNMC, y que destacan desde EsadeEcPol, que se sitúa en el 8% para el caso de la gasolina y un 5% para el gasóleo