Repsol ganó 1.420 millones de euros en los seis primeros meses de 2023, un 44% menos que los 2.539 millones de euros que obtuvo en el mismo período del año anterior. La energética que dirige Josu Jon Imaz enmarca estas cifras en un contexto de caída de los precios y de la demanda energética.
El primer semestre de 2023 se caracterizó por un lento crecimiento de la economía mundial, marcado por las decisiones en política monetaria y las tensiones internacionales derivadas de la guerra en Ucrania. En este contexto de incertidumbre, inflación global y lenta recuperación de la economía china, los precios de los productos energéticos se desplomaron respecto a 2022, cuando se produjo una subida anómala de las cotizaciones de las materias primas. Entre enero y junio los márgenes de refino disminuyeron un 29%, los precios del crudo Brent descendieron un 26% y el referente estadounidense de gas, el Henry Hub, cayó un 54%.
La compañía señala que su beneficio se ha impulsado por el aumento de la producción, la gestión integrada del sistema de refino en España y los avances tanto en la captación como en la fidelización de clientes, especialmente a través de su app Waylet. El resultado ajustado, que mide específicamente el funcionamiento de los negocios, se situó en 2.718 millones de euros entre enero y junio, un 14% menos.
“Estamos obteniendo de forma constante resultados sólidos en entornos retadores, mientras seguimos transformando la compañía y construyendo una oferta multienergética única que facilita una transición justa a nuestros clientes”, señala Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol. Entre enero y junio, Repsol invirtió 3.047 millones de euros, principalmente en España y Estados Unidos. En 2023, la compañía destinará un 35% de sus inversiones a proyectos bajos en carbono. La contribución fiscal se situó en 7.343 millones de euros en el primer semestre.
En lo que se refiere a la contribución fiscal, en el primer semestre de 2023, Repsol mantuvo una aportación de 7.343 millones de euros, de los que el 67% (4.960 millones de euros) corresponden a España. La deuda neta se situó al final del periodo en 797 millones de euros, un 9% por debajo del cierre de marzo y un 65% inferior a la del 31 de diciembre de 2022. La liquidez alcanzó 11.441 millones, suficiente para cubrir cerca de seis veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.
Recompensa a los accionistas de Repsol
La compañía abonó en el mes de julio un dividendo complementario de 0,35 euros brutos por acción −con cargo a los beneficios del ejercicio 2022− que se sumó a la retribución pagada en enero de este año. Con ello, el dividendo en efectivo aumentó un 11% respecto al ejercicio anterior, hasta los 0,70 euros brutos por acción. Los accionistas también acordaron el reparto de otros 0,375 euros brutos por acción con cargo a reservas libres, cuya distribución está prevista a lo largo del mes de enero de 2024, en la fecha que concrete el Consejo de Administración.
Por su parte, sus accionistas aprobaron una reducción del capital social mediante la amortización de 50 millones de acciones propias, llevada a cabo en junio. Adicionalmente, el Consejo de Administración acordó ayer una nueva reducción de capital mediante la amortización de 60 millones de acciones propias antes de que termine 2023.
“La combinación de dividendos y reducciones de capital que está llevando a cabo la compañía supondrá la distribución en 2023 de cerca de 2.400 millones de euros a sus más de 520.000 accionistas, que en su gran mayoría son minoritarios y localizados en España”, explica Repsol en su comunicado.
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