Repsol obtuvo un resultado neto de 2.785 millones de euros entre enero y septiembre, un 14% menos que en el mismo período del año pasado. El resultado ajustado, que mide específicamente el funcionamiento de los negocios, alcanzó 3.816 millones de euros frente a los 4.564 millones con los que cerró septiembre de 2022.
“El modelo integrado de Repsol y la gestión orientada por el Plan Estratégico 2021-2025 permitieron que la compañía tuviese un robusto comportamiento en un contexto poco predecible, con los precios de las materias primas descendiendo de forma notable desde las anómalas cotas en las que se situaron en 2022”, explica la compañía en su comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En los primeros nueve meses de 2023 el crudo Brent cotizó a una media de 82,1 dólares por barril, un 22% menos que en el mismo periodo del año anterior. Por su parte, el gas Henry Hub sufrió una abrupta caída de su precio medio, del 60%.
Una tendencia que ha cambiado en el tercer trimestre del año. Los recortes de producción de algunos países impulsaron de nuevo al alza los precios y, junto con la incertidumbre sobre el crecimiento económico mundial, tensionaron un mercado que Repsol espera que en los próximos meses siga afectado por la volatilidad que provoca el convulso escenario geopolítico.
Repsol avisa al Gobierno
Repsol invirtió 4.362 millones de euros entre enero y septiembre de 2023, lo que supone un incremento del 82% respecto a enero-septiembre de 2022. La compañía estima que el 35% de lo invertido en el año 2023 se destine a iniciativas bajas en carbono. El foco principal en estos primeros nueve meses del año siguió estando en España, donde se empleó un 41% del monto total, y Estados Unidos, donde se dirigieron un 37% de las inversiones.
Una tendencia que podría cambiar. La compañía explica en sus resultados que “la posibilidad de que se mantenga un gravamen a las compañías energéticas, que se ideó como temporal y extraordinario, castiga a las empresas que, como Repsol, invierten en activos industriales, generan empleo y garantizan la independencia energética del país”.
En cambio, Repsol apunta que este castigo del Gobierno “favorece a los importadores que no generan empleo ni actividad económica relevante en España. En consecuencia, la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal del país podría condicionar los futuros proyectos industriales de Repsol en España”.
2.400 millones en dividendo
Por otro lado, Repsol explica en sus cuentas que sus cifras le permiten cubrir de forma anticipada los compromisos con sus 520.000 accionistas, que destacan que en su gran mayoría son minoritarios y localizados en España. Sumando dividendos y reducciones de capital, la compañía distribuirá cerca de 2.400 millones de euros en el conjunto de 2023.
En el mes de julio, tras su aprobación por la Junta General, la compañía abonó un dividendo complementario de 0,35 euros brutos por acción −con cargo a los beneficios del ejercicio 2022− que se añadió a la retribución pagada en enero. Con ello, el dividendo en efectivo aumentó un 11% respecto al ejercicio anterior, hasta los 0,70 euros brutos por acción.
Adicionalmente, los accionistas de Repsol percibirán en enero de 2024 una retribución de 0,4 euros brutos por acción, lo que supone un incremento del 14% respecto a lo pagado en enero de 2023. Además, la compañía tiene previsto reducir su capital social en el ejercicio 2023 en 110 millones de acciones que, añadidas a los 200 millones de acciones amortizadas en el ejercicio 2022, representarían un total de 310 millones de acciones, equivalente a un 20% del capital social existente a diciembre de 2021.
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