Repsol dejará de producir petróleo a mediados de junio en 'Casablanca', la última plataforma petrolífera en España y localizada en aguas de la costa de Tarragona, según confirmaron a Europa Press en fuentes de la compañía.
Este cese de la producción de 'Casablanca' adelanta así el final de la producción de petróleo autóctono en España, un país netamente importador de hidrocarburos. A finales de 2018, Repsol consiguió del Gobierno una última prórroga a la concesión de la plataforma petrolífera Casablanca por 10 años más, prorrogándola así hasta 2028.
La concesión de explotación de hidrocarburos de la planta fue otorgada por un real decreto de 1978 por un período de 30 años, con dos periodos adicionales de diez años cada uno.
Hasta hace unos años, la producción de la plataforma rondaba un par de miles de barriles equivalentes de petróleo al día, aunque en los últimos años ha ido decayendo hasta unos cientos barriles en la actualidad. Un peso muy residual en el consumo de España, que se sitúa en torno al millón de barriles diarios.
De esta manera, Repsol echará el cierre operativo a una plataforma que venía produciendo desde hace cuatro décadas y que era ya el último baluarte de la producción petrolífera en el país.
En 2018, el Gobierno ya llevó al cierre del yacimiento de hidrocarburos de La Lora, situado en Ayoluengo (Burgos) y que era el yacimiento de petróleo más antiguo de España y el único peninsular, tras no proceder a una nueva licitación de la concesión.
Fin a la producción de petróleo
El de Ayoluengo fue el primer pozo de petróleo en entrar en funcionamiento en España, en 1964, y ahora con 'Casablanca' se pondrá fin a la extracción en el país.
La nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética impulsada por Teresa Ribera ya contempla que España no podrá otorgar nuevas autorizaciones de exploración, ni permisos de investigación ni concesiones de explotación de hidrocarburos en todo el territorio nacional, incluyendo el mar territorial, la zona económica exclusiva y la plataforma continental.
Estrategia del Repsol
La decisión de Repsol en 'Casablanca' se enmarca también en la estrategia del grupo a 2021-2025, que pone foco, especialmente en su negocio de exploración y producción, en las áreas geográficas con mayores ventajas competitivas.
En 2020, la compañía ya redujo en cuatro países su presencia en actividades de exploración y producción de hidrocarburos en el mundo, con su salida de este negocio en Australia, Irak, Irlanda y Marruecos. En su nueva 'hoja de ruta', el grupo dirigido por Josu Jon Imaz prevé pasar de los 26 países en los que estaba hasta el año pasado a 14 en este negocio en el próximo lustro.
Dentro de su estrategia para los próximos cinco años, Repsol enfocará su negocio de exploración y producción de hidrocarburos en áreas geográficas clave, priorizando el valor sobre el volumen y reduciendo las emisiones de su cartera de activos, que seguirá siendo objeto de una gestión activa.
Asimismo, la actividad en esta área se apoyará en sus fortalezas, como la flexibilidad, eficiencia y alto nivel tecnológico, que le permitirán aumentar su aportación al grupo y generar caja positiva a pesar de reducir la intensidad de inversión.
Inversiones de 1.400 millones
En Tarragona, Repsol contempla para su complejo Industrial de Tarragona proyectos centrados principalmente en la economía circular cuya inversiones superan los 1.400 millones de euros hasta 2025. Estos proyectos de futuro para la planta del grupo en la provincia catalana están enmarcados en el plan estratégico 2021-2025 de la compañía y de los fondos Next Generation.
En concreto, el complejo, que ya ha iniciado su transformación para convertirse en un polo multienergético, con iniciativas como la producción de un primer lote de 'biojet' y la primera planta de la Península Ibérica para la fabricación de polímeros de alta resistencia al impacto, prevé la construcción de una planta de producción de biocombustibles avanzados.
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