En Europa hay dos bandos en la transición energética. El liderado por Alemania, que defiende el gas como el aliado de las renovables en esta senda. El otro frente lo lidera Francia, que considera que la energía nuclear es la mejor solución hasta que las fuentes de energía verdes alcancen su madurez. España, con la ministra Teresa Ribera al frente, dice “no” a ambas sendas.
Una postura que contrasta con lo que reflejan sus estimaciones reflejadas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), donde el gas natural y la nuclear generará un tercio de la energía que necesitan para dar electricidad a los hogares españoles en la próxima década. Ribera ha vuelto a rechazar decantarse por reforzar alguna de las dos alternativas tras las noticias que llegaban de Bruselas. La Comisión Europea desvelaba el pasado viernes su intención de etiquetar ciertos proyectos de gas y de generación nuclear con “taxonomía verde”.
Una decisión que significa que los inversores que apuesten por estas iniciativas estarán invirtiendo en ‘activos sostenibles’. “No tiene sentido y manda señales erróneas para la transición energética del conjunto de la UE”, defendía la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, un día después del anuncio de Bruselas.
Un mensaje que ha causado ciertas dudas en el sector energético español. “Nadie niega que las nucleares y el gas natural no son fuentes de energía 100% sostenibles con el planeta”, comentan fuentes del sector a Vozpópuli. “El problema es que ambas son las mejores fuentes alternativas en la transición, se necesita abrir un debate sobre su situación y esta taxonomía verde puede ser una alternativa para España, más cuando un tercio de la generación de electricidad que aparece en el PNIEC depende de estas fuentes de energía”, añade.
El PNIEC, la hoja de ruta energética hasta 2030 que lidera Teresa Ribera, refleja que de la generación eléctrica bruta que hasta 2025 un 32% llegará por estas dos alternativas y cerrará 2030 suponiendo un 21% de la generación si se cumplen sus previsiones. Actualmente, la dependencia por el gas y las nucleares supera el 40%.
Ribera y la evidencia científica
Teresa Ribera considera que para cumplir dichos objetivos la taxonomía debe ser creíble, útil y basada en la evidencia científica. Un argumento que han respaldado más miembros del Gobierno como Yolanda Díaz y María Jesús Montero. “El Gobierno es el que da la espalda a la ciencia” responde Alfredo García, más conocido en redes como @OperadorNuclear, divulgador de ciencia y tecnología nuclear.
Desde el sector se defiende que la apuesta de Bruselas tiene más base científica que la postura contundente de Ribera porque su valedor es el Centro Común de Investigación (Joint Research Centre, JRC), el servicio de ciencia de la Comisión Europea que investiga con el fin de proporcionar asesoramiento científico independiente y apoyo a la política de la UE.
“Meter a la nuclear dentro de la taxonomía verde es bastante lógico, puesto que al final produce una carga base de energía muy importante y, residuos al margen, no genera emisiones de CO2”, apunta Carlos Martín, responsable de operaciones de Enerjoin. “Si ahora cerramos nuclear o desestimamos potenciales inversiones habrá que cubrir ese vacío con gas o carbón, que es mucho más contaminante”, puntualiza.
Aunque en esta disputa también surgen dudas del nuevo paso de Bruselas. “¿Cuál es el fin y qué consecuencias económicas va a tener incentivar estas inversiones en estas tecnologías?”, pregunta Luis Villar, country manager de Global Capital Finance.”¿Va a penalizar al desarrollo de renovables?”, añade.
El nuevo frente de Bruselas llega después de la gran crisis energética de 2021 por la escalada de los precios del gas, que está desencadenando fuertes tensiones en el mercado y descontrolando la factura final de la luz. El Gobierno español considera que incluir estas tecnologías en la taxonomía verde, pese a la crisis vivida, supone una señal errónea para los mercados financieros y no aporta la necesaria claridad para enfocar los flujos de capital hacia la economía descarbonizada.
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