La factura de la luz se ha convertido en uno de los temas preferidos para conversar con el vecino. Las consultas sobre 'cuánto pagas' o 'qué compañía tienes' se han repetido en muchos rellanos de los edificios españoles. Un asunto que muchos de estos vecinos no saben es que la recién creado Hoja de ruta del autoconsumo impulsan a estos consumidores a que declaren la independencia a las eléctricas y gestionen la luz que consumen.
"Las comunidades de vecinos son el principal reto de esta senda del autoconsumo", explica a Vozpópuli uno de los impulsores de esta hoja de ruta como es Joan Groizard, director general de Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). "Hemos creado un grupo de trabajo con los instaladores y los administradores de fincas para que puedan ofrecer estas alternativas a los vecinos. Partimos de una dificultad muy grande porque las decisiones colectivas son muy complicadas, pero consideramos que podemos conseguirlo", añade.
Las estimaciones que se refleja en el estudio del IDAE son que el autoconsumo en España puede alcanzar entre 9 y 14 gigavatios (GW) de potencia instalada en 2030. Desde 2018, cuando se puso fin al llamado ‘impuesto al sol’, el autoconsumo en España se ha multiplicado por 2,5 hasta alcanzar casi 600 MW instalados durante el año 2020 y para este 2021 se prevé un aumento de aproximadamente un gigavatio, con lo que el total acumulado podría llegar a los 2,5 GW.
Un avance donde, de momento, se debe al gran impulso de esta modalidad entre las empresas y la alta penetración en las viviendas unifamiliares, porque el despliegue del autoconsumo en las comunidades es prácticamente residual. Para alcanzar los objetivos de esa hoja de ruta será clave convencer a las comunidades, ya que el 71% de los españoles viven en viviendo plurifamiliares. "No hay muchos datos al respecto", apunta Groizard. "Conocemos este reparto por lo que nos detallan los instaladores, por ello, estamos solicitando que se publique un observatorio trimestral de datos de autoconsumo", comenta.
Como recuerda el director del IDAE, en las comunidades de propietarios es necesario que estas instalaciones sean aprobadas en junta de propietarios, lo cual presenta su complejidad propia, a la que se añade la casuística de viviendas en alquiler. Un hecho que provoca que no todos los propietarios e inquilinos tengan sus intereses alineados. "Si un pequeño grupo de propietarios quiere impulsar una instalación para uso propio solo necesita el respaldo del 33% de los votos, si es para todos los vecinos, es se necesitan el 50% de los votos", asegura Groizard.
Un posible aliado
El autoconsumo permite a los vecinos independizarse de las eléctricas. Pero también tenerlas de aliados. Las empresas también se mueven en el mercado para hacerse cargo de la inversión de estas infraestructuras que le permita reducir la factura tanto de estos vecinos y recibir un excedente de energía. Otra vía que se abre es con los ayuntamientos. Las administraciones locales tienen en su mano utilizar los edificios públicos para instalar placas que alimenten de electricidad a los consumidores que estén en un radio de 500 metros.
"Este camino no sólo depende del impulso de la administración", comenta el director del IDAE. "Es el momento de que cada que pequeño empresario, cada comunidad de propietarios o cada vecino participe del despliegue del autoconsumo", matiza. Unos actores claves será las entidades financieras. La posibilidad de financiar las instalaciones permitirá aliviar el coste inicial para los vecinos y que terminen de pagar estas placas cuando el ahorro energético es una realidad. "Nuestra tarea es que los administradores tengan toda la información para que todos los vecinos puedan elegir la mejor manera de autoconsumo para su comunidad", declara.
Mucho trabajo que hacer
Los impulsores de esta hoja de ruta han realizado un total de 800 encuestas con una muestra de 450 entrevistas en el sector residencial, siendo el público objetivo el propietarios y residente de viviendas principales sin intención de mudarse en el corto tiempo, de 350 muestras para el sector no residencial (250 muestras para el sector industrial) cuyo público objetivo a entrevistar han sido el propietario, el responsable de la gestión energética del edificio o el responsable de servicios generales/mantenimiento y siendo la empresa la propietaria del edificio o tener un contrato de arrendamiento a largo plazo.
Como conclusión transversal, se desprende que, si bien la energía solar fotovoltaica es conocida por la población, únicamente un 20% de hogares y empresas está interesado en conocer la viabilidad de una instalación de autoconsumo fotovoltaico en su vivienda o negocio. Mucho trabajo que hacer para que esta alternativa cale, principalmente, entre los vecinos.
