A diferencia de lo que ocurre con la afiliación, el paro registrado ya no refleja de manera fiel la realidad. En noviembre bajó en 24.573 personas, "el segundo mejor dato de la historia exceptuando la crisis pandémica", destacó el Ministerio de Trabajo. Una verdad a medias, puesto que a cierre de mes algo más de 70.000 personas con un contrato fijo discontinuo se quedaron sin trabajo (aunque mantienen el contrato con la empresa) y están ocultas en la estadística de desempleo.
El fijo discontinuo permite al empresario desactivar al trabajador en periodos de menos trabajo, dejándole sin empleo ni sueldo hasta la próxima 'llamada'. Durante ese tiempo causa baja en la Seguridad Social; puede inscribirse en el Servicio Público de Empelo Estatal (SEPE) y, si el trabajador ha cotizado lo suficiente, puede cobrar una prestación por desempleo. Sin embargo, nunca cuenta como parado, algo que, tal y como llevan más de un año advirtiendo algunos expertos, "distorsiona" la estadística.
Por esta razón, desde que el Gobierno aprobó la reforma laboral que ha disparado este tipo de contrato se pregunta al Ministerio de Trabajo, mes tras mes, cuántos fijos discontinuos están inactivos pero quedan fuera de la estadística. Conocer esta información sería clave para tener la fotografía completa del desempleo en España, pero hasta ahora no se ha proporcionado. Sin embargo, otros datos permiten seguir la pista, aunque sea de manera aproximada, a estos trabajos intermitentes.
El paro habría subido en noviembre
El primer dato lo desvelaba el Ministerio de Trabajo en el informe publicado este lunes: los demandantes de empleo ocupados. En este gran cajón de sastre entran trabajadores con distintas circunstancias y que quedan fuera del paro registrado, entre ellos los fijos discontinuos inactivos (o parados) inscritos en el SEPE. Esta categoría creció en noviembre en 77.842 personas. El Gobierno desagregará algo más este dato en una semana, aunque no llegará a precisar si son todos fijos discontinuos inactivos.
El otro dato, que apunta en la misma dirección, es el de afiliados con contrato un fijo discontinuo. La Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) proporciona el dato de afiliación media y el de afiliación a final de mes. Florentino Felgueroso, investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), recomienda usar el segundo si lo que se pretende es comparar la evolución del paro registrado y de la afiliación, puesto que el paro se mide a fin de mes.
En este sentido, a cierre de noviembre había 884.950 afiliados con un contrato fijo discontinuo, 70.800 menos que a cierre de octubre (955.750). De hecho, prácticamente todo el empleo perdido en el mes de noviembre fue fijo discontinuo. Esto significa que al menos 70.800 fijos discontinuos estarían en paro, podrían haberse inscrito en el SEPE (tal y como evidencian los datos de demandantes ocupados) para recibir una prestación, formación y buscar un empleo mejor; y, en realidad, no se están contabilizando como parados.
Lo relevante es que de haberse clasificado como parados registrados, en realidad el paro no habría bajado en 24.500 personas en noviembre, sino que habría crecido en 50.000. Conviene aclarar también que, como ocurre con el resto de parados, es siempre una cifra mínima, puesto que habrá trabajadores que pierdan su empleo y decidan no inscribirse en el SEPE, quedando fuera del alcance de la estadística.
Jugarán en contra en diciembre
En definitiva, los fijos discontinuos mejoran el paro registrado en épocas de menos actividad (como noviembre) y moderan su caída en periodos de más trabajo (como previsiblemente ocurrirá en diciembre, cuando los empresarios reactiven a numerosos fijos discontinuos, especialmente en la hostelería). Esto implica, tal y como destacan expertos consultados por este periódico, que los datos de paro actuales ya no son comparables con los de años anteriores.
Más allá de los 2,8 millones de parados registrados que contabiliza el Gobierno hay otros 600.000 fijos discontinuos inactivos fuera de la estadística. Con ellos el dato de desempleados alcanzaría los 3,4 millones. Es decir, que si se tiene en cuenta también a estos fijos discontinuos inactivos, el paro en realidad no ha mejorado respecto a los niveles prepandemia. Esto es lo que Fedea ha denominado 'paro efectivo' ante la ausencia de una estadística oficial.
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