Economía

Engie comprará por 2.200 millones las hidráulicas de EDP por las que pujaba Iberdrola

El grupo francés, apoyado por Credit Agricole y Natixis, adquiere seis centrales con una capacidad instalada de 1.700 MW

Iberdrola ve frustrados sus planes para crecer en Portugal con los activos hidroeléctricos que puso a la venta EDP. Finalmente, ha sido el gigante energético francés Engie el que se ha impuesto en el proceso abierto por la compañía portuguesa, en el marco de las desinversiones previstas en su plan estratégico. La operación, que comprende seis centrales con una potencia instalada agregada de 1.700 megawatios (MW), tiene un valor de mercado de 2.200 millones de euros.

La compañía que preside Ignacio Galán llegó a la fase final del proceso, que se inició a comienzos del presente año, en la que EDP había seleccionado cinco ofertas para tomar una decisión definitiva. Además de las de Iberdrola y Engie, la eléctrica lusa contaba con propuestas del fondo alemán Aquila Capital, de la noruega Statkraft y de la austriaca Verbund, que se retiró de la puja a última hora.

Las seis centrales se sitúan en comarcas próximas al río Duero, en cuya parte española se encuentran algunos de los activos hidráulicos que forman parte de la cartera de Iberdrola. Además, la compañía trabaja actualmente en el desarrollo conocido como Alto Támega, también en el norte de Portugal, que contará con una potencia instalada de 1.800 MW y una inversión prevista de 1.500 millones de euros.

La operación suponía un paso importante para la estrategia de Iberdrola de tomar una posición de referencia en el mercado portugués. Unos planes que tendrán que esperar una nueva ocasión.

Apuesta por las renovables

El consorcio adjudicatario está liderado por Engie, con una participación del 40%, que cuenta con el apoyo de Credit Agricole (35%) y Mirova (filial de Natixis), de acuerdo con el comunicado que EDP ha remitido al supervisor del mercado portugués.

La eléctrica portuguesa, cuyo primer accionista es el grupo chino Three Gorges y en la que el Estado mantiene una participación minoritaria, presentó al mercado su plan estratégico en el primer trimestre del año, en el que cobraba especial relevancia la apuesta por crecer en el sector de energías renovables. Por entonces, EDP anunció que para financiar parte de esta estrategia procedería a vender algunos activos, entre los que se encontraban las seis centrales que acaba de traspasar a Engie.

En la última década, EDP había reforzado su posición en el ámbito hidroeléctrico, con la incorporación a su cartera de una potencia instalada adicional de 2.600 MW. De hecho, incluso tras la operación que acaba de cerrar sigue siendo el primer operador de este sector en Portugal y el segundo de la Península Ibérica, precisamente detrás de Iberdrola, con algo más de 5.100 MW.

Recientemente, el presidente de la Asociación Ibérica de Municipios Ribereños del Duero (Aimrd), Artur Nunes, sorprendió con unas declaraciones a la agencia pública Lusa en la que aseguraba que las negociaciones de EDP con Iberdrola para adjudicarle finalmente estos activos estaban "muy avanzadas".

Nunes hacía alusión a una serie de visitas a las citadas plantas por parte de representantes de la compañía que preside Ignacio Galán, que habrían tenido lugar en las últimas semanas. Sin embargo, será finalmente Engie la que gestione estos activos.

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