Hace algunas semanas, el millonario chino Wang Jianlin, presente en España entre otras cosas por la posible compra del Valencia, pasaba unos días en Madrid, que aprovechó para entrevistarse con Florentino Pérez y verse con Enrique Cerezo, conocido entre otras cosas porque su coporació Wanda tiene grandes intereses en el sector media.
En días recientes, ha podido verse al inversor chino fotografiado incluso en el palco del Vicente Calderón. Una relación fluida que en el futuro podría reflejarse en algunas operaciones. Para empezar, algunas fuentes financieras consultadas afirman que la irrupción del propietario de Wanda en la compra del rascacielos madrileño se debe al propio Cerezo.
Según comentan, el asunto tiene hasta un tinte costumbrista: en un paseo de ambos bajando la Gran Vía, el millonario le preguntó a Cerezo por el Edificio España, preguntándole por qué estaba vacío y asegurándole que podría interesarle.
Cerezo, conforme aseguran estas fuentes, le explicó a grandes rasgos la situación, brindándose a hacerle una gestión con las alturas del banco, informándoles del posible interés comprador de Wang Jianlin.
El asunto se puso en marcha enseguida y de manera rápida; no en vano se dice que el chino tiene unos 18.000 millones de euros en efectivo para realizar inversiones y que ya ha realizado operaciones similares en las principales capitales europeas.
Precio pactado
Siempre según las fuentes (Santander declinó hacer comentarios), la negociación avanzó con presteza rápido y se llegó a principio de acuerdo de intenciones: 260 millones por el edificio, que costó en su día alrededor de 400, sin que se abriera un concurso y condicionado a la obtención de rebajas en la protección, algo que ya se ha obtenido. Asimismo, exigían total discreción ya que no quieren que en China se sepa demasiado qué inversiones realiza el millonario asiático en el exterior.
Sin embargo, Ignacio González se enteró del asunto (todo indica que por el propio Cerezo), y el presidente de la Comunidad anunció a los cuatro vientos la noticia el pasado 19 de marzo.
Tanto el Ayuntamiento como la Comunidad están deseosas de remodelar la Plaza de España, que podría conformar un eje semipeatonal con el complejo Canalejas.
Esta filtración enfureció al inversor y provocó un serio quebranto interno en Santander; tanto es así que González tuvo que salir al paso y desmentir o, al menos, matizar sus palabras.
Las negociaciones, rotas repentinamente, se han vuelto a retomar, aunque sin duda con pretensiones de rebaja por parte de los asiáticos.
De momento, no hay nada firmado y en lo que Santander sí confirma es en que “el edificio no está vendido”.
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