El Gobierno dejará la puerta abierta a la Superliga europea que lidera Florentino Pérez en la nueva Ley del Deporte. "Avanzamos hacia la movilización", han lamentado fuentes próximas a los clubes representantes de La Liga tras la reunión de este lunes con el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. El Ejecutivo ha puesto de relieve su posición, respaldada por el Partido Popular, pese a la amenaza de un parón por parte de hasta 39 de los 42 equipos del fútbol español. Como avanzó Vozpópuli, Moncloa se ha abierto a la Superliga que impulsan el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona a condición de que el nuevo torneo ofrezca a las ligas nacionales un completo acceso basado en el mérito deportivo.
Tanto el partido del presidente Pedro Sánchez como la dirección de Alberto Núñez-Feijoó siguen negociando los términos de la ley que llegaría al Boletín Oficial del Estado en diciembre. Pero ya se han puesto de acuerdo en que el nuevo articulado evite dotar al presidente de La Liga Javier Tebas de poder para bloquear proyectos como el que abanderan el Madrid y el Barça, según ratifican fuentes próximas a las conversaciones.
Un vuelco de guion a los textos pactados con la patronal de los clubes españoles que altos mandos del fútbol nacional achacan al poder del presidente merengue y la constructora ACS, y que amenaza al préstamo participativo de 2.000 millones de CVC a la mayoría de La Liga. Como ya informó este medio, el fondo de capital riesgo se ha reservado el derecho -entre otros- a renegociar e incluso romper su vínculo con Javier Tebas en el caso de que una Superliga tenga lugar -incluso aunque no se se solape con los partidos de la Liga-, para defender los intereses de los bonistas en quienes se apoya para financiar la operación.
En la vista del juicio contra la UEFA el pasado julio, la Comisión Europea hizo un guiño a Madrid y Barça al cuestionar que el ente suizo pueda impedir a sus futbolistas seguir representando a sus selecciones
"Sin nosotros sí que se acaba La Liga", responden fuentes próximas al proyecto que impulsan el Real Madrid y el Barcelona, en respuesta a la amenaza de parón del torneo que ha trascendido desde el entorno de los clubes restantes, que todavía confían en poder convencer al Gobierno de otra solución a través de nuevas enmiendas. Por lo pronto, la patronal ha convocado una Asamblea Extraordinaria para el próximo 27 de octubre "con el objetivo de analizar junto a los clubes la situación de la Ley del Deporte, así como valorar y decidir posibles acciones".
En cuanto a lo económico, fuentes del mercado estiman que solo Madrid y Barça representan casi la mitad del negocio del balompié español -el propio Consejo Superior de Deportes les ha atribuido la condición de ser "las dos marcas españolas más conocidas internacionalmente". Otras fuentes inciden en que, al menos a nivel de competiciones europeas, los operadores televisivos suelen reservarse el derecho a renegociar condiciones en caso de ausencia forzosa de los mejores equipos.
Informantes próximos a la negociación política apuntan ahora a los límites legales de una disposición como la planteada en su momento por el PP que habilitaba a La Liga para expulsar de sus competiciones a los clubes que organicen otras; sobre el cambio de posición, inciden en que esta ha avanzado fruto de la interlocución entre los distintos partidos. Otras fuentes destacan la compleijdad de la naturaleza jurídica tanto de La Liga como de los clubes -antes privada que pública-.
En la vista del juicio de la Superliga contra la UEFA, la Comisión Europea hizo un guiño al Madrid y el Barça al cuestionar que el ente suizo pueda impedir a sus futbolistas seguir representando a sus selecciones, una de las medidas disuasorias potenciales contra la iniciativa de Florentino Pérez. El fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea está previsto para principios de 2023, si bien el abogado general del TJUE dará una primera aproximación ya a finales de diciembre.
Compromiso de Florentino y Laporta con el Gobierno
Representantes de la iniciativa que preside Florentino Pérez y secunda el mandatario del Barça, Joan Laporta, llevan tiempo manteniendo conversaciones con interlocutores del Gobierno que han cuajado, tras varios idas y vueltas, en el compromiso firme del Real Madrid y el FC Barcelona de que el nuevo torneo se abrirá por completo a las ligas nacionales, si bien la forma en que esto último se materializaría es parte de lo que sigue en discusión. Casualmente, el Gobierno instó recientemente a La Liga a retirar el 'aval' de la Abogacía del Estado a su pacto con CVC, impugnado por los clubes de la Superliga, el Athletic de Bilbao y la Real Federación Española de Fútbol.
La tesis de los promotores de la Superliga es que su torneo de veinte equipos -por los 36 de la futura Copa de Europa- es la mejor vía para relanzar el negocio, al tiempo que reivindican que, con un sistema abierto a las ligas, se podría conseguir un efecto de evolución desde arriba hacia abajo. Un extremo que desde entidades como la presidida por Javier Tebas rechazan por estimar que una liga europea más concentrada en grandes clubes -que pasarían a ser los gestores- podría ser más perniciosa económicamente para el grueso que no participe en ella que el actual modelo piramidal de Copa en torno a la UEFA .
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