"Un pequeño ahorro" necesario y suficiente para sostener la reforma de las pensiones que las liga al IPC. Así ha presentado el ministro de Inclusión, Seguridad, Social y Migraciones, José Luis Escrivá, la subida de cotizaciones sociales que aprobó el Gobierno en noviembre de acuerdo con los sindicatos y a espaldas de CEOE de 0,6 puntos que carga en la empresa 0,5 puntos, el llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Estas consideraciones del ministro han constituido la piedra angular de su discurso de clausura de la Asamblea del Instituto de la Empresa Familiar (IEF).
Escrivá ha clausurado una asamblea en la que ha intervenido Cuca Gamarra, secretaria general del Partido Popular, justo después del discurso de toma de posesión de Andrés Sendagorta, presidente de IEF, presidente del grupo de ingeniería Sener, que ha tomado el relevo de Marc Puig, y que ha ofrecido una alocución en tono moderado en la que ha reivindicado la conciliación y ha pedido colaboración al Gobierno.
Escrivá ha justificado ante las empresas esta subida, de la que era completamente contrario como presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), en que no supone esfuerzo a la empresas, ya que a su juicio sólo elevará el coste medio por persona y hora de 20,9 euros a 21, y será "transitorio", se prevé que esté en vigor entre 2023 y 2032. Estas sostenibilidad que ve justificada con este "pequeño ahorro" ha sido cuestionada por el FMI, la OCDE, el Banco de España, la AIReF, BBVA y Fedea.
Más que esta traslación de las bondades del alza, ha sorprendido al auditorio el énfasis que ha puesto el ministro en las bondades de los consensos y en las reformas que así se cierran, precisamente cuando el citado MEI, la clave de bóveda de la primera parte de la reforma de las pensiones que exigía Bruselas para que fuera sostenible, no ha tenido el aval de la patronal y ha ido muy criticado por los grupos parlamentarios que se llevara al Congreso in extremis para su aprobación exprés en 48 horas.
A su juicio, este consenso se logró en la reforma de las pensiones de 2011 pero no en la de 2013, que ha asegurado que ha erosionado la imagen de España en la UE y que le ha llevado a tener que recomponerla.
El ministro ha reprochado a las empresas su agresiva campaña de jubilaciones anticipadas, un esfuerzo que ha denunciado que cargan a la Seguridad Social y contra el que actúa la primera parte de la reforma de las pensiones, en vigor desde enero.
Reformas sin consenso
En estos momentos, el Congreso tramita otra de las reformas de Escrivá, la de los planes de empleo, que también se cerró sin consenso, en este caso ni patronal ni sindicatos la avalaron. Y ahora mismo intenta cerrar un acuerdo con los autónomos para la polémica reforma para que coticen según sus ingresos reales, a la que se opone la federación mayoritaria, ATA, y tampoco cuenta con la luz verde de Uatae.
Precisamente el viernes se retoma la mesa de negociación, que no se convocaba desde el 28 de febrero, en un intento de cerrar al menos una parte de una reforma que se ha comprometido con Bruselas para el 30 de junio en el Plan de Recuperación.
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