José Luis Escrivá gana peso entre los candidatos a sustituir a Nadia Calviño en el Ministerio de Economía si sale finalmente del Gobierno, una lista en la que también se encuentran Luis Planas y Teresa Ribera. Fuentes gubernamentales trasladan que el ministro de Inclusión y Seguridad Social es el mejor situado.
Estos tres ministros comparten una cualidad fundamental para ser ministro de Economía: el conocimiento del funcionamiento de la Comisión Europea y de los mecanismos que se dirimen en Bruselas. Aunque fuera un puesto de transición, el sustituto de Calviño deberá encargarse de inmediato de la gestión y cumplimiento de los compromisos del Plan de Recuperación, además de la preparación de los Presupuestos de 2024, en un momento en el que se prepara la vuelta de las reglas fiscales.
El know how comunitario lo atesora especialmente Planas, y Ribera ha tenido una posición importante con el mecanismo ibérico, pero también Escrivá ha tenido responsabilidades europeas antes de entrar en el Gobierno en sus cargos en el BCE y en la AIReF.
Contrapeso de Yolanda Díaz
En el caso del ministro de Inclusión, hay otros factores clave: su conocido interés por ser ministro de Economía y su abultado currículum en esta área y, muy especialmente, el papel que puede jugar como contrapeso de Yolanda Díaz.
Escrivá ha conseguido salir airoso la pasada legislatura del liderazgo de una cartera, la Seguridad Social, que hasta entonces estaba ligada a la de Trabajo y que ha tenido que trabajar pegada a la de Díaz en las negociaciones con patronal y sindicatos en la reforma laboral y otras mesas del diálogo social, que implican a ambos, la mayoría.
Buena parte de este tiempo lo ha hecho siendo ya la ministra de Trabajo vicepresidenta segunda desde que Pablo Iglesias abandonara el Gobierno en mayo de 2021.
De hecho, el ministro de Inclusión se ha enfrentado a intromisiones de Díaz a su gestión de la reforma de las pensiones.
Escrivá también ha logrado llevar a buen puerto esta polémica reforma ante la Comisión Europea, que ultima su aval oficial dentro del cuarto pago del Plan de Recuperación, pero el oficioso se da por sentado desde que en marzo se aprobara el Real Decreto-ley que la desarrolla.
La pugna por el BEI
En el Eurogrupo y Ecofin que se celebran en Luxemburgo este lunes y martes es posible que salga ya elegido el próximo presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y se despeje la incógnita de si Calviño seguirá en el Gobierno.
En el Ejecutivo español se contaba con que este asunto se hubiera cerrado incluso en el Ecofin que tuvo lugar en Santiago de Compostela los pasados 15 y 16 de septiembre, pero en esa cita sólo se constató la enorme expectación y competencia que ha generado la contienda.
Fuentes comunitarias apuntan a que de nuevo podría quedar la elección pendiente esta semana pero, en todo caso, cada vez hay menos tiempo si el BEI quiere seguir los tiempos reglados y tener un nuevo presidente designado antes de que acabe el año.
Calviño sostiene que seguirá en el Gobierno hasta enero si es elegida presidenta del BEI, lo que significa que deberá abandonar el Ejecutivo en diciembre, ya que la Presidencia del Banco arranca el 1 de enero.
Con los tiempos que se manejan para la investidura de Pedro Sánchez, no habría un gobierno nombrado y en pleno funcionamiento hasta diciembre, con lo que en todo caso Calviño sólo podría estar en el Ejecutivo unos días.
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