Con casi ocho años de retraso pero mucho antes de lo que se perfilaba, Hacienda puede dar carpetazo al sistema de módulos de los autónomos en 2023. El polémico sistema de cotización a la Seguridad Social según ingresos reales que propone José Luis Escrivá le pone en bandeja a la Agencia Tributaria (AEAT) el fin del controvertido sistema de tributación que nadie se atrevía a cerrar, ni siquiera a restringir, los módulos. Fuentes conocedoras sitúan está coyuntura como una ventana de oportunidad que el Fisco no quiere desaprovechar. Incluso con todos los condicionantes que se avecinan en forma de elecciones autonómicas y generales de aquí a 2023.
Estas citas electorales y el malestar que detecta entre los autónomos le llevan a Lorenzo Amor, presidente de ATA, a ver muy difícil no sólo que se restrinjan o incluso liquiden los módulos, sino también que el sistema de cotización de Escrivá llegue a buen puerto, según traslada a Vozpópuli.
En el régimen de estimación objetiva o módulos, Hacienda calcula lo que los autónomos tienen que pagar en el IRPF por unos criterios concretos y no por el resultado del negocio; por ejemplo, en un bar, los metros de la barra. No es necesario llevar una contabilidad y se paga siempre lo mismo.
Este modelo ha sido considerado un nicho de fraude, sin controles y proliferación de facturas falsas, lo que llevó a Cristóbal Montoro a intentar reducirlo al máximo en su reforma fiscal, en la que quería rebajar el umbral de exclusión, es decir, el límite de ingresos a partir del cual no se pueda tributar por módulos, de 450.000 a 150.000 euros desde 2015.
Finalmente, el Gobierno de Mariano Rajoy suavizó la medida y estableció un régimen transitorio en el que el umbral se situó en 2016 y 2017 en 250.000 euros o cuando la facturación a otros empresarios o profesionales no sobrepasa los 125.000 euros. Sólo bajaría a 150.000 euros y 75.000 euros, respectivamente, a partir de 2018.
Pues bien, ese momento no llegó nunca y el Ejecutivo de Pedro Sánchez mantuvo la prórroga sucesiva de la situación vigente, en la que se encuentran cerca de 400.000 autónomos. Creó, eso sí, una mesa de diálogo con los autónomos que pretendía impulsar el fin del sistema, que hasta ahora no conseguía que avanzara.
Hacienda fue preparando el terreno y publicó estadísticas nuevas que muestran que el tipo medio efectivo de los autónomos en módulos ronda el 7%, cuando los declarantes totales del IRPF pagaron una media del 18%. A su vez, la AEAT lanzó una polémica campaña de envío masivo de cartas para avisar a pymes y autónomos de que conocía todos sus datos y les instaba a declarar correctamente.
Además del impacto que esta medida supondría para muchos autónomos, Lorenzo Amor advierte de las dificultades de su puesta en marcha, dado que afecta a actividades que no cuentan con medios electrónicos ni capacidad de llevar un registro riguroso de sus ingresos. "Si se implantara la factura electrónica sería otro cantar pero la realidad es la que es y algunos parecen no conocerla", traslada. Los módulos nacieron en 1992 precisamente para tener algún control de estos casos dentro del colectivo.
En la mesa de diálogo de Hacienda inicialmente se negociaba un endurecimiento mayor que la rebaja de los límites a 150.000 y 75.000 euros, de forma que sólo quedaran en módulos los autónomos que trabajan con el consumidor final para 2023, pero luego se buscó llegar a los citados límites con un periodo transitorio de cuatro años. El objetivo final de Hacienda no avanzaba. Una de las medidas fiscales de los Presupuestos de 2022 es precisamente la prórroga del sistema vigente, que Hacienda ha vendido como contrapeso de sus subidas de Sociedades y planes de pensiones. Hasta ahora.
José Luis Escrivá pretende implantar una sistema por el que los autónomos coticen por sus ingresos reales desde 2023 y asegura que puede hacerlo gracias a los datos que le ha pasado la AEAT. Fuentes de Hacienda trasladan que la normativa actual de módulos es la que es y que hay un comité de expertos trabajando en la reforma fiscal.
Lo que haya o no a futuro será una decisión política y el sistema de módulos, tributario, es independiente del de cotizaciones a la Seguridad Social. Pero a nadie se le escapa que será difícil mantener que la Seguridad Social les hace cotizar por sus ingresos reales, que conoce gracias a la AEAT, y que la AEAT les haga tributar por módulos.
Reunión sin avances para los autónomos
La segunda reunión que mantuvieron ayer Gobierno y agentes sociales sobre el sistema de cotización según ingresos reales acabó sin acuerdo y seguirá el próximo lunes. El jueves el Ejecutivo presentó una propuesta que plantea una subida de entre 184 y 1.267 euros mensuales que se implantaría de manera progresiva desde 2023 a 2031. Este modelo es promovido por asociaciones como UPTA y UATAE pero no cuenta con el aval de la asociación mayoritaria, ATA, que considera que “sustituye un sistema injusto por otro más injusto”.
A su juicio, no es progresista, ya que permite deducirse grandes cantidades a unos, los societarios, pero no a otros. Y pone de ejemplo que un autónomo que facture 2.300 euros al mes y no tenga gastos pagaría en 2031 el doble de cotización que ahora; o un periodista autónomo que facture 3.000 euros pagaría a el triple dentro de tres años. En suma, denuncia que a la mitad del colectivo le subirá la cuota un 20%, mientras que a la otra mitad solo se le rebaja un 5%.
Escrivá se abrió ayer a hacer ajustes en su propuesta en la rueda de prensa en la que dio el dato de afiliación adelantada, pero mantuvo sus tesis y sólo aludió a los plazos. En cualquier caso, se comprometió a estudiar las iniciativas de los autónomos. Desde ATA insistieron en que consideran la propuesta "inasumible" y que tiene numerosas lagunas: denuncian que no está claro qué se considera ingresos reales ni qué pasa con los colaboradores ni la pluriactividad.
