El Tesoro Público ha colocado este jueves por primera un bono de deuda pública española a 10 años con un tipo de interés negativo, lo que ratifica la confianza de los inversores en la sostenibilidad del país.
Esto supone que, por primera vez, los inversores que hayan comprado un bono español y quieran esperar a su vencimiento, dentro de diez años, no cobrarán un tipo de interés o cupón por su inversión cuando recuperen el dinero invertido, sino que se les descontará parte. En la práctica, supone que tienen que pagar un coste por haber invertido en deuda española, un precio por haber invertido en un activo aparentemente seguro.
En concreto, los bonos colocados este jueves -por un valor total de 921 millones de euros- se han subastado con un tipo de interés del -0,016% (si un inversor invirtiese, por ejemplo, 1.000 euros en ese bono y espera a que venza en el año 2030, recuperará sólo 984 euros a precios constantes -sin tener en cuenta la inflación-). Si de aquí a entonces aumenta la inflación, la pérdida prevista será mucho mayor, por lo que esta colocación demuestra también que los inversores no vaticinan una fuerte subida de los precios, sino todo lo contrario.
Fuentes del Ministerio de Economía han explicado que el descenso del tipo de interés del bono español a diez años demuestra "la confianza de los inversores en la eficacia de las medidas adoptadas por el Gobierno español" y supone un "un mensaje de confianza en la recuperación y futuro de la economía española".
Buena noticia para la prima de riesgo
Los tipos de interés de la deuda española ya registraron en noviembre mínimos históricos que ahora han sido superados, al situarse el coste de la deuda en circulación en el 0,18% y el tipo del stock de deuda, en el 1,86%.
Que el bono a diez años español tenga un tipo de interés negativo o bajo es positivo para el país, ya que supone que la prima de riesgo se mantiene en territorio estable. Este último indicador refleja la diferencia que existe entre el tipo de interés que 'paga' el bono español a diez años y el bono alemán con ese mismo vencimiento, denominado bund, que actualmente ofrece un tipo del -0,62%.
Cuanto más grande es esa diferencia (es decir, cuanto menos confianza existe en la deuda pública española en comparación con la germana), más elevada es la prima de riesgo.
Además, esta emisión permite al Gobierno financiarse no ya gratuitamente, sino que cobrará por recibir esa financiación.
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