Economía

España, ocho años viendo caer la inversión en I+D mientras en Europa no deja de crecer

Las pymes españolas no son competitivas en innovación invierten la mitad que las de la UE. El sector público lleva también varios años seguidos reduciendo el aporte a la I+D

La inversión en I+D (Investigación y Desarrollo) en España no ha dejado de caer en los últimos años, tanto por parte del sector público como por las pymes y autónomos, colectivo que representa en torno al 99% de las empresas patrias, responsables de más del 70% del grueso de los puestos de trabajo generados en nuestro país, según datos del Ministerio de Empleo, Cepyme y Ranstad Research.

Mientras en la Unión Europea (UE) el incremento de la inversión del sector público en este apartado ha pasado del 1,84% del PIB (Producto Interior Bruto) en 2008 al 2,03% del PIB en 2016, en España ha descendido del 1,32% del PIB en 2008 al 1,19% en 2016, según datos publicados por Eurostat.

En el caso de las empresas (pymes y autónomos), la situación es la misma. En Europa la inversión en I+D ha subido a pesar de la crisis -si bien de forma moderada-, mientras en España ha descendido significativamente.

La fuga de talento a otros países es también una parte del problema del tejido innovador español

En concreto, de 2008 a 2016 las empresas de la Unión Europa han pasado de invertir un 1,16% del PIB a un 1,32%. En España la crisis ha pasado factura. Si en 2008 las pymes españolas invertían un 0,72% del PIB en 2016 esa cifra fue del 0,64% en 2016.

En nuestro país la caída de las inversiones es menos acentuada en el caso de las empresas privadas que en el ámbito del sector público (0,13% de caída en el sector público frente al 0,08 del sector privado).

Menos empresas innovadoras

El Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación (2017-2020) refleja el problema de las pymes. “La inversión en I+D+i es inferior a la media de la UE, especialmente en el ámbito de la inversión privada. La contratación de la inversión en I+D+i desde 2009, tanto pública como empresarial, ha iniciado una lenta pero insuficiente recuperación. A ello se suma el escaso desarrollo de fuentes de financiación alternativas y el reducido tamaño de las empresas y las barreras que limitan su crecimiento, así como las bajas capacidades de absorción, especialmente en las pymes, que frena la absorción de conocimientos y tecnología”.

De hecho, sólo entre 2010 y 2012 el número de empresas innovadoras pasó de 32.041 a 20.815, fecha a partir de la cual el descenso se atenúa hasta alcanzar las 18.269 en 2015, según el INE (Instituto Nacional de Estadística).

La fuga de talento a otros países es también una parte del problema del tejido innovador español, tal y como recalca el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación (2017-2020).

La situación de las pymes en absorción de tecnología e inversión en I+D es especialmente preocupante

“El bajo número de investigadores y personal cualificado que desarrolla actividades de I+D en las empresas constituye un factor que limita el desarrollo del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación. Afecta a la empleabilidad de los recursos humanos formados, especialmente doctores, y a las capacidades de I+D+i del tejido productivo", refleja el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, que pretende fomentar la inversión en I+D del sector público y privado.

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