Economía

España destruyó 215.047 empleos en enero y el paro creció en 70.744 personas

Se siguen mejorando los niveles prepandemia, pero se confirma la ralentización del mercado laboral. En enero de 2022 la afiliación cayó y el paro aumentó en 17.300 y 53.600 personas menos, respectivamente

España cerró enero con 215.047 afiliados menos y 70.744 parados más, según los datos publicados este jueves por los Ministerios de Seguridad Social y Trabajo. El número total de trabajadores medios se sitúa en los 20,08 millones, mientras que las personas sin empleo inscritas en el Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) suman 2,91 millones. En ambos casos, se siguen mejorado los niveles prepandemia.

En enero suele caer la afiliación en términos mensuales y crecer el paro por el fin de las contrataciones de Navidad. En todos los eneros desde 2001 se han registrado pérdidas de afiliación, la más acusada en 2009, cuando la crisis financiera se llevó por delante casi 350.000 empleos.

Sin embargo, el empleo cayó este enero algo más que los años previos a la covid-19, cuando se destruían entre 175.000 y 205.000 afiliados de media, según reflejan las estadísticas. En número de afiliados medios también se redujo de manera más acusada que el año pasado (-197.750) lo que evidencia que se mantiene la ralentización que empezó a sufrir el mercado de trabajo en la segunda mitad de 2022, tras la intensa creación de empleo registrada tras la pandemia.

Por actividad económica, el sector Servicios ha perdido 191.843 afiliados (casi 30.400 más que el año pasado), mientras que la Agricultura destruyó un total de 7.123 empleos. La afiliación en la Industria ha descendido en 10.585 personas (una caída algo más moderada que la del año pasado, con 2.000 menos que en enero de 2022) y en la Construcción, en 5.496, también menos que el año pasado, prácticamente la mitad. Por regímenes, hay 20.800 autónomos menos afiliados a la Seguridad Social y los asalariados han caído en 194.000.

En lo que respecta al paro registrado, el Ministerio de Trabajo destaca que es "una subida más suave que en la media de la serie histórica en el mes de enero". Entre 2017 y 2019 el paro creció en enero en 57.257, 63.747 y 83.747 personas. De esta forma, solo está por debajo del nivel de 2019. Respecto al año pasado, el aumento del desempleo es significativo, pues en enero de 2022 apenas creció en 17.173 personas.

El paro registrado solo desciende en el sector de la Construcción -3.111 (-1,37%), mientras que aumenta en Servicios en 70.759 personas (3,51%); en Agricultura, en 1.457 (1,29%); y en Industria, en 408 (0,17%). El colectivo Sin Empleo Anterior también aumenta en 1.231 personas (0,50%), según los datos del SEPE.

En todo caso, el paro registrado no es el dato más representativo del mercado laboral, pues depende de los incentivos de los trabajadores para apuntarse al SEPE y excluye el número de fijos discontinuos que durante los periodos de inactividad no estén trabajando ni cobrando, la modalidad 'estrella' de la reforma laboral. Estos nunca se han contabilizado como parados, pero su peso se ha multiplicado con la reforma laboral.

El Gobierno no informa de cuántos trabajadores con un contrato fijo discontinuo están en realidad parados, pero puede hacerse una aproximación de aquellos que se inscriben en el SEPE para buscar otro trabajo, recibir formación y/o cobrar la prestación por desempleo si han cotizado lo suficiente. De esta forma, y a falta de que se detallen los datos de enero, a cierre de año superaban las 600.000 personas.

Crecimiento del empleo desestacionalizado

A esto se suma ahora que el Ministerio de Seguridad Social comunicó hace unas semanas un cambio en la fórmula que utiliza para 'limpiar' los datos de empleo de efectos estacionales (es decir, para obviar que todos los eneros, por el efecto que tiene el fin de la Navidad, se destruyen 200.000 empleos y ver cuál es la tendencia real del empleo). Esto hace que, por ejemplo, en enero caiga el empleo en términos originales y crezca en términos desestacionalizados, como pasó el pasado año.

Este enero el Gobierno ha comunicado un crecimiento de 57.726 afiliados en términos desestacionalizados (como se denomina a esta depuración de los datos), acercándose a los 20,3 millones. "Es el sexto mes consecutivo en el que aumenta el número de ocupados. Este incremento supera ampliamente la variación promedio de los últimos tres meses, de 19.922", asegura el Gobierno. Respecto a la variación del año pasado, está ligeramente por debajo (65.335). El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ya avanzó en la presentación de su nueva metodología que en la primera quincena se registraron 25.294 afiliados más.

La desestacionalización lo que hace es redistribuir el comportamiento de la serie en el conjunto del año, teniendo en cuenta el comportamiento histórico de años anteriores, aunque el promedio de las variaciones tienen que compensarse entre sí y al final del año el aumento de la afiliación tiene que acabar sumando lo mismo.

Esta es una práctica estadística habitual que llevan a cabo numerosos organismos económicos, la cuestión está en qué metodología se utiliza y qué factores se incluye en esa ecuación. Durante los últimos meses, la metodología del Ministerio de Seguridad Social había despertado dudas al chocar sustancialmente desde el verano con las 'desestacionalizaciones' que elaboraba BBVA Research, el servicio de estudios de la entidad bancaria. Los datos de ambos no casaban y hubo meses, como julio, en los que incluso unos (el Ministerio) decían que el empleo crecía y los otros (BBVA), que bajaba.

La conclusión, echando la vista atrás, es que el método del Gobierno daba mejores resultados en los seis últimos meses del año (justo cuando se empezó a ralentizar el mercado de trabajo) que el de BBVA. El Gobierno defendió entonces su fórmula y cargó con el servicio de estudios de la entidad financiera, asegurando que este hacía el cálculo "a pelo, utilizando de manera lineal un método que cree que no refleja algunas circunstancias".

Ahora, el Ministerio ha comunicado una actualización de su modelo, que consiste en incorporar 'de golpe' los efectos estacionales de 2020, 2021 y 2022. El resultado, que se visualiza al haber actualizado el Ministerio todos los datos mensuales del año 2022, es muy similar al que comunicó BBVA. Lo llamativo es que el Ministerio actualiza ahora este modelo, justo cuando más le beneficia, pues tiene un perfil más alto, es más generoso en el reparto en la primera mitad del año.

Tomando como ejemplo 2022, entre enero y mayo del año pasado se crearon 185.987 empleos en términos desestacionalizados. Sin embargo, de haberse utilizado el nuevo método, el repunte habría sido de 373.089 personas, 187.000 más que los que comunicó. Es decir, que de producirse en 2023 la misma creación de empleo, este año al Gobierno 'le saldrían' 187.000 trabajadores más.

Estos se compensarían más tarde, en la segunda parte del año, con un menor repunte (como se ha explicado antes, por el efecto que tiene la desestacionalización), pero para el segundo semestre, a las puertas de las elecciones generales, se espera que la coyuntura económica sea más favorable que en la primera parte del año, cuando se celebrarán las autonómicas.

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