España es la quinta economía más endeudada del mundo, al presentar una ratio de deuda pública sobre PIB del 120%, sólo por detrás de Japón, Grecia, Italia y Singapur, y liderará en los próximos años junto a Francia las nuevas emisiones, según la primera edición del Índice de Deuda Soberana de Janus Henderson.
Esta gestora de fondos, constituida en 2017 tras la fusión de la estadounidense Janus Capital Group y la británica Henderson Global Investor, concluye en su informe que España es uno de los países cuya deuda pública ha crecido más en los últimos años.
De hecho, la deuda pública de España ha crecido un 347% desde 1995, tres veces más rápido de lo que lo ha hecho su Producto Interior Bruto (PIB), y en los próximos años "España y Francia serán los países que más títulos nuevos emitan", prevén los expertos en el informe.
Actualmente los títulos del Estado en España equivalen a 35.085 dólares (29.195 euros) por persona, y Janus prevé que llegue a los 41.412 dólares per cápita en el año 2025 (34.360 euros).
Fuentes de la gestora explican a Vozpópuli que el caso de Singapur realmente "no es comparable", ya que el país tiene un elevado nivel de deuda pública por su elevado nivel de inversiones en activos estatales y no tanto porque su gasto público supere los ingresos e incurra en déficit, de ahí que en la práctica Janus Henderson señale que España sería el cuarto país más endeudado del mundo.
El año 2020 ha sido como ocho años de endeudamiento
El endeudamiento a nivel global ha experimentado un fuerte incremento en 2020, por el efecto de la covid-19, al aumentar en 9,3 billones de dólares (7,6 billones de euros), un nivel que hasta la fecha se venía acumulando en una media de ocho años.
Esto se suma al hecho de que en los últimos 25 años los valores públicos ya habían crecido considerablemente: pasando de 16,7 billones de dólares en 1995 a 62,5 billones de dólares en 2020 (51,2 billones de euros). De este total, los bancos centrales son propietarios de más del 24%.
"En comparación con la envergadura de la economía mundial, los niveles de endeudamiento han alcanzado su punto álgido (…) Resulta increíble que más de la mitad de los nuevos títulos públicos en 2020 se financió con efectivo recién creado por parte de los bancos centrales", señala el informe.
Cuando los Gobiernos se financian, su deuda recae sobre nosotros"
Afortunadamente, "el coste de financiar toda esta deuda ha descendido de forma drástica: la carga de los intereses en todo el mundo sólo ha aumentado un 20% entre 1995 y 2020, a pesar de que la deuda se ha cuadruplicado".
Para 2021, esta gestora espera que esta carga aumente en otros 4 billones de dólares (3,2 billones de euros).
El miedo a una crisis
Janus Henderson explica en su informe que una de las consideraciones más importantes relacionadas con el endeudamiento es determinar si un país se financia emitiendo bonos principalmente en su propia divisa o no, ya que aquellos que contraen un ingente volumen de títulos en divisa extranjera no solo se suelen considerar los menos solventes desde el principio, sino que también dependen totalmente de la benevolencia de terceros.
"Si los inversores extranjeros abandonan el barco y los tipos de cambio caen, un país puede adentrarse en una crisis de deuda rápidamente y quebrar. Los Gobiernos que se endeudan en su propia moneda siempre pueden recurrir a la imprenta de sus bancos centrales para pagarla, de modo que nunca incurran en impago", explica.
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