Estados Unidos es el principal socio gasístico de España. Un ‘sorpasso’ a Argelia que se produce en 2022 con el giro diplomático del Gobierno de Pedro Sánchez con Marruecos y el consecuente malestar del Ejecutivo argelino. La clave del movimiento en los proveedores de gas tuvo su origen en 2021 poco antes de la nueva visión de Moncloa sobre el Sáhara, en plena crisis de precios y en vísperas de la invasión rusa a Ucrania.
Según destaca el reciente informe anual de 2021 de Seguridad Nacional, los metaneros estadounidenses suponían en junio de 2021 el 4% del gas que consumía España. Una dependencia que se multiplicó por seis hasta alcanzar el 24,7% al cierre del año. Una decisión a la que se ha dado continuidad en las primeras semanas de este año. Los datos del avance de consumo de enero de 2022 de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) muestran que el peso del suministro de gas de Estados Unidos para España ya supone el 34,6%.
Fuentes conocedoras de esta evolución señalan a Vozpópuli que el aumento de la compraventa de gas entre Moncloa y la Casa Blanca va de la mano con que Marruecos es el aliado estratégico de Estados Unidos en el Norte de África y Argelia es el socio clásico de Rusia en esa área geográfica. En este contexto, desde el sector ven comprensible que el equipo de Joe Biden esté detrás de una mejora de las relaciones entre sus dos aliados, España y Marruecos, en medio de la crisis entre Occidente y Rusia.
Pero el camino se empezó a preparar antes. España redujo a la mitad su dependencia del gas argelino al cierre de 2021. Y, mientras multiplicaba por seis sus necesidades de Estados Unidos, también elevó del 11 al 17,4% la importancia del gas con origen nigeriano. El último dato de Cores eleva la dependencia gasística española por el país africano hasta el 20,7%. Este incremento ha provocado que Rusia sea el cuarto proveedor de gas de España con el 5,7%, con Trinidad y Tobago siendo el quinto de esta lista aportando a España el 5,2% de este hidrocarburo.
“La compleja situación geopolítica se ha visto todavía más tensionada en 2021 con la ruptura de relaciones diplomáticas entre Argelia y el Reino de Marruecos, lo que ha ocasionado la pérdida de uno de los gasoductos que conectan el Norte de África con España”, detalla Seguridad Nacional en su informe anual.
"Esta situación afecta a los precios de la electricidad, como consecuencia de la estrecha vinculación de los precios de los derechos de emisión de CO2 y la cotización del gas natural con el precio del mercado mayorista de electricidad", añaden desde el organismo dependiente de Presidencia del Gobierno.
España mira menos a Argelia
Seguridad Nacional hace referencia al gasoducto del Magreb que se cerró el pasado 31 de octubre tras el movimiento con el Sáhara. Una tubería por la que llegaba hasta entonces cerca del 25% del gas que se consumen los españoles desde Argelia, que pasa por Marruecos y se distribuyen por el territorio español.
El cierre de esa vía de abastecimiento en noviembre recortó la necesidad de España por al suministro de Argelia. El avance provisional de consumo enero 2022 de Cores apunta que, por primera vez en la historia de sus registros, la dependencia por esta materia prima de origen argelino baja del 30% hasta el 27%.
Un hecho que le releva al segundo lugar tras Estados Unidos. Argelia ha sido tradicionalmente el principal país exportador para España. Lo ha sido durante los últimos años y lo fue también en el conjunto del año pasado, con casi un 43% del total, frente al apenas 14% procedente de Estados Unidos, según los registros combinados de Enagás y de la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores). En 2015, esta dependencia llegó a situarse en el 60%.
