La afiliación automática, ese sistema que se utiliza en el Reino Unido y que consiste en que la empresa adscribe al empleado en un plan de pensiones sin consultarle y le retira mes a mes una parte de su salario para que empiece a ahorrar para la jubilación, es una iniciativa que ven con buenos ojos los expertos pero que no acaba de gustar a los trabajadores en España.
A un 51% de ellos no les parecería interesante que su empresa lo hiciera, según revela el estudio de Preparación para la Jubilación de la aseguradora Aegon, que precisa que la idea gusta menos a las mujeres (un 53% no lo comparte) y a las personas con menos ingresos (un 54% no está a favor).
El modelo consiste en que la empresa inscribe al empleado en un plan de pensiones -al que en algunos casos el propio empleador hace aportaciones- y el trabajador sólo debe pronunciarse si no quiere que lo hagan: en ese caso debe solicitar expresamente que se elimine ese plan y se le reintegre la totalidad del sueldo.
Uno de los puntos positivos de este modelo es que se destina parte del sueldo al ahorro antes de percibirlo, en vez de esperar a cubrir los gastos del mes y ver si sobra algo del salario para guardarlo.
Este sistema podría paliar el hecho de que sólo un 27% de los españoles ahorra para su jubilación, con la intención de poder completar en el futuro la pensión pública que reciba del Estado, según datos del mismo estudio.
Los españoles se sitúan así a la cola de la Unión Europea en cuanto a ahorro para el retiro, en concreto en el decimoquinto puesto y a mucha distancia de los primeros de la tabla.
El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, pone de relieve esa diferencia en el libro "La revolución de las canas" que ha publicado conjuntamente con Iñaki Ortega, director de Deusto Business School, en el que utiliza datos de la patronal aseguradora Unespa para elaborar una clasificación del ahorro vía seguros y planes de pensiones de los trabajadores.
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La máxima distancia con los españoles la marcan los suecos, que ahorran 105 euros más al mes que los españoles, seguidos de los británicos (84 euros más), los holandeses (78 euros más), daneses ( 56 euros) y franceses (44 euros más al mes).
Por el contrario, los españoles ahorran más que otros trece países europeos, aunque las diferencias son muy inferiores: los que menos ahorran son Grecia (23 euros menos al mes), Rumanía (21 euros) y Lituania (18 euros).
La tormenta perfecta de las pensiones
El hecho de que menos de una tercera parte de la población española ahorre pensando en su jubilación, de que los planes complementarios de empresas apenas estén extendidos -sobre todo en las pymes, que representan la mayor parte del tejido empresarial español- y que la hucha de las pensiones públicas esté vaciándose de forma alarmante dan lugar a la 'tormenta perfecta' de las pensiones.
El problema principal es que no se ha descubierto todavía la fórmula para garantizar al mismo tiempo la suficiencia y la sostenibilidad de las pensiones públicas y que las vías complementarias (el segundo y tercer pilar del Pacto de Toledo, es decir, planes de empresa y ahorro individual) no han calado en la sociedad ni son incentivadas por el Gobierno.
Los expertos del sector piden que desde un punto de vista fiscal, legislativo e incluso de educación se fomenten esos otros dos pilares, ya que sino la única forma de asegurar la viabilidad del sistema será mediante la subida continua de impuestos.
El presidente de Mapfre sostiene que el Estado sí podrá mantener las pensiones públicas pero no su cuantía y augura que la tasa de reemplazo baje desde el nivel del 70%-80% en el que está actualmente al entorno del 50% o menos.
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