El Gobierno español dispondrá de un plazo de dos meses tras un posible brexit sin acuerdo, hasta el 12 de junio, para revisar si el plan de Iberia para reestructurar su accionariado le permitiría seguir cumpliendo las normas para operar vuelos entre dos ciudades de la Unión Europea.
Iberia tiene hasta el próximo 11 de abril para remitir a las autoridades españolas su plan, de cara a que más de la mitad de sus acciones estén en manos europeas y no de terceros países, informaron hoy fuentes comunitarias.
Si la retirada del Reino Unido del club comunitario se produjera el 12 de abril sin acuerdo, Iberia, del grupo británico IAG, dejaría de poder volar al día siguiente entre dos ciudades de la UE porque más del 50 % de sus acciones pertenecerían a una empresa del Reino Unido.
Un acuerdo entre el Consejo y la Eurocámara del pasado mes de febrero otorgaba a las aerolíneas que dejen de cumplir con las normas como consecuencia de un brexit sin acuerdo un plazo de seis meses para cumplir con los requisitos de propiedad y control de la UE.
Posibles excepciones
Para beneficiarse de esa excepción, las compañías aéreas dispondrían de dos semanas, a partir de la entrada en vigor del reglamento, para presentar un plan "preciso y completo" con medidas para cumplir los requisitos de propiedad y control a partir de los seis meses posteriores a la fecha de aplicación del reglamento, a más tardar.
Una vez Iberia presente este plan, corresponderá a las autoridades españolas determinar si los cambios son suficientes para volver a cumplir con las normas europeas e informar posteriormente a Bruselas.
La comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, señaló que mantienen informados a todas las partes afectadas por estos potenciales cambios "para asegurar que cumplen con sus obligaciones en los plazos previstos", aunque apuntó a que "no tiene motivos para dudar" de que van a estar preparadas.
Por otro lado, la comisaria señaló que la Unión Europea ha completado ya su "preparación extensiva" para la potencial salida caótica del Reino Unido en el área de transporte, uno de los capítulos en los que Bruselas ha desarrollado planes de contingencia.
En el sector del transporte, las medidas se dirigen a garantizar una conectividad básica para evitar la interrupción completa del tráfico en el caso de un brexit sin acuerdo, que podría suceder el próximo 12 de abril, así como a garantizar la seguridad en esta área.
La Comisión insiste en que estas medidas de contingencia, en áreas como el transporte aéreo pero también en aduanas o servicios financieros, "no mitigarán el impacto general" de la salida británica sin acuerdo ni pueden "replicar los beneficios" que supone ser Estado miembro.
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