El Gobierno ha firmado un acuerdo con la República de Honduras para regular y ordenar los flujos migratorios entre ambos países, un convenio especialmente diseñado para poder captar mano de obra agrícola y que se produce en plena escalada de tensiones diplomáticas con Marruecos, nuestro principal emisor de temporeros para el campo español.
El acuerdo, aprobado en el Consejo de Ministros del pasado martes, fue firmado el viernes aprovechando la visita a Madrid del secretario de Estado hondureño de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, Lisandro Rosales Banegas. Sin embargo, la posibilidad estaba encima de la mesa desde que hace un año lo solicitaron las principales asociaciones agrarias del país.
Manuel Piedra, secretario de políticas Migratorias en Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) Andalucía y representante de UPA Federal en la mesa de contratación en origen, ha explicado a Vozpópuli que ya en junio de 2020 su organización pidió al Gobierno que firmara un acuerdo de flujos migratorios con Honduras y Ecuador ante el aumento de los problemas con Marruecos.
Escogieron estos países por la facilidad del idioma, al ser castellanoparlantes, y por la semejanza entre las culturas y la facilidad de adaptación.
Cada año vienen de Marruecos miles de temporeros, la mayoría mujeres, para trabajar sobre todo en la zona de Huelva, en la recogida de la fresa y los frutos rojos. El país norteafricano es del único del que recibimos mano de obra, junto a Colombia -del que vienen sólo algunos cientos para trabajar en la zona de Lérida-.
Problemas con Marruecos: cierre de fronteras y efecto no retorno
Este año, España ha recibido a 12.750 mujeres marroquíes, pero ahora que acaba la temporada de recogida los agricultores se enfrentan a un problema: Marruecos tiene las fronteras cerradas y estas mujeres no pueden volver.
"Estábamos observando que cada vez había más problemas con Marruecos. Si pedíamos que vinieran 20.000 trabajadores, conseguíamos que vinieran 14.000 y había 2.000 que luego no querían volver", explica a este medio el portavoz de UPA, en alusión a que algunas de esas trabajadoras que vienen al país luego se las arreglan para evitar regresar.
Nosotros no queremos perder esa relación… diferente es la actitud que tenga Marruecos y las posibles trabas que vengan"
Ahora que acaba la campaña de recogida de fresas y frutos rojos en el campo onubense, las asociaciones sólo han conseguido que "108 mujeres hayan regresado por asuntos vinculados a la salud (embarazos, enfermedades, fallecimiento de algún familiar directo…), pero todavía hay 12.615 mujeres aquí".
"Le hemos pedido al Gobierno español que se movilice, porque Marruecos no abre la frontera. A estas mujeres se les va a acabar el contrato… los empresarios vamos a dejarlas hospedarse, con luz y agua, pero van a dejar de cobrar y tienen que comer todos los días", lamenta Piedra, que entiende que la situación puede estar aún más encallada tras el conflicto de Ceuta.
Los agricultores quieren seguir trabajando con Marruecos
Los crecientes problemas con Marruecos han llevado a los agricultores a pedir mano de obra de otros países, aunque ellos insisten en su intención de seguir trabajando con el país magrebí siempre que no ponga problemas.
"Nuestra intención es convivir con los dos y mantener la estructura que tenemos con Marruecos. El 80% de las mujeres que han venido este año han hecho más de cuatro campañas, algunas han hecho diez. Ellas son fieles, están contentas y además necesitan venir a España porque muchas consiguen recursos para todo el año. Nosotros no queremos perder esa relación… diferente es la actitud que tenga Marruecos y las posibles trabas que vengan", advierten.
Fuentes del Ministerio de Migraciones señalan a este medio que "la mano de obra que venga de Honduras no tiene por qué ir al campo, puede ir a cualquier otro sector", pero las asociaciones agrícolas aseguran que se ha firmado pensando en ellos.
Una vez rubricado el convenio bilateral, las asociaciones organizarán un viaje de la mano del Gobierno para conocer a los directores de los servicios de empleo hondureños y buscar los perfiles que necesitan. Dos meses antes de que arranque la campaña, en torno a noviembre, volverán para hacer una selección de trabajadores.
La primera prueba piloto se realizará el próximo año previsiblemente, con un número de trabajadores aún por determinar. Si sale bien, se intentará perpetuar en los próximos años.
Preocupación por el coste de trasladarlos desde Honduras
Las asociaciones ven preocupante, no obstante, el coste que puede tener traer a los trabajadores de Honduras en comparación con trasladarlos desde el norte de África. Su intención es que sea el Gobierno hondureño el que asuma todo o parte del coste.
"Lo ideal será que se fleten aviones directos hasta Sevilla y después se les traslade en un autobús a Huelva. Entendemos que el gobierno hondureño debería aportar, porque para ellos no es un gasto sino una inversión: que sus compatriotas vengan a España y que si la experiencia sale bien puedan obtener esa vía de trabajo a futuro", explica el portavoz de UPA.
Otra opción para amortizar el coste del viaje es que los trabajadores vayan encadenando campañas. Por ejemplo, que cuando acabe la campaña en Huelva, vayan a Lérida y cuando terminen vayan a Extremadura o Jaén, teniendo en cuenta que no pueden estar en España más de nueve meses seguidos.
"El año pasado intentamos hacerlo con las de Marruecos. Las llevamos de Huelva a Castilla y León, porque allí hay viveros y fresa de verano hasta octubre, pero sí es verdad que tuvimos un problema de que no querían volver, el problema de no retorno", admite.
Si las relaciones con Marruecos están peor, pues tendremos que buscar la mano de obra en otros países"
También celebra el convenio la asociación Freshuelva, que confía "en la posibilidad de acoger el desarrollo de un programa piloto, en el marco de este acuerdo, similar al que ha desarrollado con otros países, y que permita la llegada de trabajadores procedentes de Honduras contratados en origen para participar en las labores de la campaña de los frutos rojos de la provincia".
Desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), dicen a este medio que "lo más importante es que se garantice el flujo de trabajadores, porque hay un déficit de mano de obra".
"Si las relaciones con Marruecos están peor, pues tendremos que buscar la mano de obra en otros países siempre que se haga correctamente. No podemos estar parados. Siempre estamos luchando contra el desperdicio alimentario y no hay mayor desperdicio que que se queden los alimentos sin recoger en el suelo", señala su portavoz.
En España hay 3,9 millones de parados pero "nadie quiere trabajar en el campo", lamentan estas asociaciones. "Hay gente en el paro que son médicos o camareros y no quieren hacer actividades agrícolas. Es comprensible, pero como no quieren ir al campo nosotros tenemos que buscar una mano de obra estable que nos garantice que va a haber recolección diaria… no que cuando empiece el turismo y la temporada de verano nos abandone, como podría hacer un camarero".
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