Economía

España será el último de los 27 países de la Unión Europea en cerrar el capítulo de la crisis

Italia, Alemania o Portugal recuperarán los niveles de PIB previos a la pandemia este año. España no lo hará hasta el verano de 2023 por los problemas estructurales de la economía y la "falta" de ayudas a la empresa

España será el último país de la Unión Europea (UE) en salir de la crisis económica iniciada con la pandemia. La Comisión Europea calcula que en el caso de nuestro país esto no ocurrirá hasta el tercer trimestre de 2023, nueve meses más tarde de lo previsto. Y aunque a inicios de este año todavía había siete Estados Miembros con un nivel de Producto Interior Bruto (PIB) inferior al del cuarto trimestre de 2019, la mayoría se terminarán de recuperar este mismo año. De esta forma, sólo España y República Checa no lo lograrán en 2022.

En concreto, los siete Estados Miembros que no habían recuperado los niveles de PIB prepandemia a cierre de 2021 son España, Italia, Alemania, Portugal, Austria, República Checa y Eslovaquia. Según las últimas previsiones de Bruselas presentadas el pasado 16 de mayo, Austria y Portugal ya se habrían recuperado en el primer trimestre; Eslovaquia lo hará en el tercer trimestre de este año; y Alemania e Italia en el cuarto. Sin embargo, en el caso de la República Checa, se alargará hasta el segundo trimestre de 2023; y en España, hasta verano del mismo año.

Estos países, situados a la cola de la recuperación económica, se retrasarán aún más por el nuevo varapalo que ha supuesto la guerra en Ucrania, los problemas de suministros y la escalada de los precios energéticos. España debía recuperar sus niveles precovid, según la anterior estimación de la Comisión, en el cuarto trimestre de este año. Sin embargo, ahora lo hará tres trimestres más tarde. El lastre generado por el conflicto en las otras dos grandes economías del Euro rezagas, Alemania e Italia, ha sido más moderado, retrasando la recuperación total sólo dos trimestres, del segundo al cuarto de este año.

La pregunta es, entonces, ¿por qué España será el último país de la UE en salir de la crisis? ¿Qué factores están dificultando nuestra recuperación? La Comisión Europea explica en su informe que, a rasgos generales, esta heterogeneidad "considerable" en las proyecciones de crecimiento se explica, en parte, por características estructurales como la importancia del turismo y la manufactura, y por cómo las restricciones relacionadas con la pandemia y las interrupciones en las cadenas de suministro afectaron a estos sectores. Asimismo, la invasión rusa amplía la lista de factores que pueden hacer más vulnerables a las economías: proximidad a la zona de guerra, exposición al comercio con Rusia y Ucrania, o dependencia energética, entre otros.

Sobre la desventaja de España respecto al resto de países de la Unión han advertido otros organismos económicos, como el Banco de España. En su informe anual presentado hace unos días también explica que "aunque todos los factores condicionantes de la evolución económica presentan un carácter eminentemente global, su incidencia ha sido muy asimétrica en función de la estructura productiva de cada país, el acceso a las vacunas, la capacidad de apoyo de las políticas económicas y el grado de dependencia de los inputs energéticos". Con todo, mientras el conjunto de la Eurozona rebasó en 4 décimas el nivel de PIB precrisis en el primer trimestre, España todavía se situó 3,4 puntos por debajo.

Dependencia del turismo y "poco" apoyo a la empresa

Varios economistas consultados por Vozpópuli también profundizan sobre este asunto y los factores diferenciales de España respecto al resto de la UE. En primer lugar, Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA Research, explica que "España es una economía muy dependiente de actividades de consumo social, como restauración, hostelería o turismo", más retrasadas en la recuperación. Por componentes de la demanda agregada, "la variable que va más retrasada es el consumo privado, mientras que en el otro extremo se encuentran el consumo público y las exportaciones. En cuanto a las rentas, "los salarios prácticamente han recuperado el nivel precrisis, pero las rentas de empresas y mixtas todavía están un 7% por debajo", destaca.

En este último punto hace hincapié Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), quien vincula el retraso de la recuperación de España con el "limitado" apoyo a la empresa durante la crisis. "Otros países han ayudado a fondo perdido a las empresas, dándoles más capacidad para dejar atrás la crisis y normalizar la inversión y el empleo. En España sólo hubo una medida bien orientada, los créditos ICO para financiar las pérdidas, pero las ayudas de solvencia han sido muy limitadas", explica.

Asimismo, Izquierdo destaca que en España se ha desincentivado cualquier ajuste empresarial, como el despido; y mientras otros países han bajado impuestos para facilitar la salida de la crisis, en nuestro país ha crecido la presión fiscal. Con todo, se calcula que entre 2020 y el primer trimestre de este año la empresa española acumula 107.000 millones de pérdidas, lo que está "debilitando los balances y condicionando la variable crítica para la recuperación, que es la inversión", según el director del IEE. "En España todo se confió al gasto público, al consumo público, a la intervención pública, y se dejó de lado a la empresa. Esa es la gran diferencia de nuestra economía", concluye.

Finalmente, el director de Análisis Macroeconómico y Financiero del Servicio de Estudios de Mapfre, Gonzalo de Cadenas-Santiago, destaca que ya de base España iba a tardar seis meses más que el resto de países en salir de la crisis de la pandemia por su dependencia del sector servicios, muy afectado por las restricciones. Sin embargo, la nueva crisis energética retrasa aún más las expectativas por los problemas estructurales que azotan a nuestra economía: bajada de la productividad, paro estructural y precariedad del empleo, y pocos motores de crecimiento en nuestro sistema productivo. Para el experto, a esto se suma ahora la dependencia energética, frente a otros países más autosuficientes como Francia; y el riesgo de que el bono soberano español, italiano y griego empiecen a ganar diferencial con respecto a Europa.

En cualquier caso, Doménech concluye que la recuperación va más avanzada en los datos de empleo e ingresos públicos (ya por encima de su nivel anterior a la crisis) y, en este sentido, no puede descartarse que conforme el INE vaya teniendo más información corrija al alza la recuperación de la economía española y reduzca la distancia con la de otros países europeos. Por otro lado, "hacia adelante hay mucha incertidumbre como consecuencia de los efectos de la guerra de Ucrania, las subidas de tipos de interés en EE.UU. o la desaceleración de la economía China como resultado de su política de 'covid cero'", sentencia.

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