España fue el tercer país de la Unión Europea con menos subida de salarios en el tercer trimestre de este año, cuando la inflación intensificó su escalada por los precios energéticos. En concreto, el salario por hora trabajada aumentó un 1% en nuestro país entre julio y septiembre, lejos de los crecimientos interanuales experimentados en Portugal (3,5%), Italia (2,8%) o Alemania (2,5%) y que recoge Eurostat.
La oficina de estadística comunitaria muestra que el componente salarial de los costes laborales por hora repuntó un 2,8% entre los Veintisiete y un 2,3% en la zona euro entre julio y septiembre. Los mayores incrementos se dieron en Bulgaria (14,1%), Lituania (12,6%), Hungría (10,9%) y Polonia (9,3%). A la cola se encuentran Bélgica (0,7%) y España (1%). Finalmente, Grecia fue el único país que registró un descenso (-3,2%).
Mientras tanto, septiembre se cerraba con una inflación del 4% en España, siete décimas más que en agosto y el nivel más alto desde 2008, impulsada por el encarecimiento de la electricidad y de los carburantes. España venía de un segundo trimestre con unos salarios un 2,2% más bajos que el año anterior, cuando el índice de precios de consumo (IPC) inició su escalada. En junio los precios ya habían subido un 2,7%.
La inflación forzará subidas salariales
La Comisión Europea ya advirtió hace semanas de que la inflación se mantendrá alta en España al menos hasta junio por los precios de la electricidad. La crisis de la luz ha provocado que la inflación se sitúe en niveles no vistos desde hace treinta años, con una subida del 5,5% en noviembre. En el último mes del año, con la Navidad de fondo, Funcas prevé que crecerá al 5,8%, dejando la media anual en el 3%. Esto implicará una pérdida de poder adquisitivo en las familias si los salarios no suben.
En una encuesta realizada por el Banco de España (BdE) entre el 10 y el 24 de noviembre a más de 5.000 compañías sobre facturación y empleo, dos de cada tres empresarios anticipaban incrementos en sus costes laborales el próximo año. A la inflación se suma otro factor como la escasez de mano de obra en sectores como la construcción, la agricultura o la hostelería.
No obstante, sólo un 16,5% de los trabajadores (1,2 millones de personas) están amparados por un convenio colectivo con una cláusula para revisar al alza los salarios en función de la inflación y no perder así poder adquisitivo. Es el caso de Mercadona, que por convenio subirá un 5% el sueldo a sus más de 93.000 empleados. Pero otros 6,1 millones de trabajadores no disponen de esta herramienta (el 84% del total). Por tanto, será decisión de los empresarios aplicar dichas subidas.
Los sindicatos se han concentrado este jueves en la puerta de la sede de la CEOE para reclamar un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). El Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, ha asegurado que es "imprescindible entrar en una nueva fase de negociación que permita recuperar poder adquisitivo y trasladar a los convenios el aumento del IPC”. En concreto, piden elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.000 euros mensuales y el de convenio, a 1.100 euros.
Para los funcionarios, el Gobierno anunció una subida salarial del 2% para 2022, que el colectivo considera insuficiente. Por su parte, las pensiones contributivas se revalorizarán un 2,5% al ligarlas al IPC (más de 6.000 millones de euros de gasto 'extra'). Hay que remontarse doce años, hasta 2009, para encontrar una subida similar en las pensiones contributivas, cuando se revalorizaron un 2,4%.
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