Economía

España es el país europeo que más ha disparado su uso del gas para producir electricidad

La producción de los ciclos combinados de gas se ha disparado un 7% frente a la media de los últimos tres años. Un aumento marcado por la puesta en marcha del tope al gas en junio

Europa tiene un plan para el invierno: ahorrar gas para independizarse de Rusia. Los hogares, la industria y la electricidad que se produce quemando gas natural revisan sus consumos para asegurar el suministro. El problema es que hay trabajo por hacer en todos los frentes. España, por ejemplo, es el país europeo que más ha aumentado este año su uso de gas para la producción eléctrica en 2022

Un 7% más que la media de los últimos tres años. Según la estimación de Bruegel, uno de los centros de investigación más escuchados por la Unión Europea que tiene su sede en la capital belga, España lidera este incremento en los ciclos combinados de gas frente al 6% que ha incrementado Croacia, el 5% que ha aumentado esta actividad tanto Francia como Italia y el 4% que han crecido Portugal y Austria. 

Un repunte de este dato que no compensa la caída del 5% del consumo de gas de hogares españoles y la industria en el último año frente a los últimos tres años Los datos que ofrece el think tank liderado por Jean-Claude Trichet, expresidente del Banco Central Europeo, muestran que este incremento coincide con la puesta en marcha del mecanismo europeo o tope al gas.

En julio, el primer mes completo con este mecanismo, el incremento del uso del gas para producir electricidad en España fue del 20% frente a la media histórica de ese mes. Ese mes, un tercio de la electricidad (32%) llegó por la producción de los ciclos combinados de gas, que fue un 164% superior a la de julio del año pasado y duplicaba el dato desde el arranque de 2022. El crecimiento de su aportación al mix eléctrico se debe a una menor participación de otras tecnologías como la hidraulica y al saldo de la conexión con Francia, que ha importado electricidad generada en España.

La disminución de las reservas de los embalses ha hecho que la generación hidráulica haya descendido un 51,7 % desde enero hasta julio. Por otra parte, la cogeneración ha reducido un 53% su producción, porque ha sido desplazada por los ciclos combinados (CCG), que resultan más competitivos gracias al efecto de la compensación del tope al gas. 

Un crecimiento que se ha reducido al 15% en agosto y septiembre. La diferencia es aún mayor si se compara sólo con el año pasado. Iberdrola presentaba este viernes su balance energético hasta septiembre, donde los ciclos combinados en España habían aumentado un 17,8% su producción frente al mismo período de 2021.

La mayor entrada de fuentes renovables ha aliviado la aparición de los últimos meses. Aunque la eólica ha generado más electricidad que en agosto y en las horas de radiación solar la fotovoltaica ha liderado el mix con el 30% de la producción de electricidad en septiembre, el resto de las horas dominan los ciclos combinados. 

Este mes de septiembre han generado un 68% más que hace un año y encabezan el mix con el 32%. De esta forma, el hueco térmico se ha elevado hasta el 35%, frente al 21,8% de septiembre del año pasado. "Durante los próximos meses se mantendrán bajas tanto producción hidráulica como la nuclear francesa, pero el incremento de la intervención eólica tendrá un efecto reductor neto del coste del ajuste de compensación por el tope del precio al gas. Atendiendo al promedio de los últimos cinco años, la generación eólica aumentará un 50% durante los dos próximos trimestres en comparación con este último trimestre”, explican los analistas del Grupo ASE.

España ha sido ‘solidario’ con el gas

El consumo de gas del sector eléctrico se produce en las centrales de ciclo combinado, constituyendo en el año 2021 el 24% del gas que se consume en España. El Gobierno reconocía este martes en su plan de seguridad energética que, en el año 2022, “la demanda de gas del sector eléctrico español ha aumentado principalmente debido al incremento de las exportaciones eléctricas a los países vecinos, especialmente Francia, como consecuencia, de la parada de parte del parque nuclear francés, y Portugal, como consecuencia de la baja disponibilidad del recurso hidráulico en Portugal”.

En España, el principal consumidor de gas natural es la industria con 60% del consumo total, seguido del sector eléctrico (centrales de ciclo combinado y cogeneración) con un 24% y por último el sector doméstico, comercial y PYMES con un 15%. Con estas necesidades de gas y con el almacenamiento al 91%, el Gobierno se ha marcado un objetivo de ahorro de gas natural entre el 5,1 y el 13,5% para este invierno. 

Una meta que vendrá marcada por la capacidad de producción de electricidad de otras tecnologías que no sean los ciclos combinados. Si el invierno es frío (alta demanda), seco (escasa producción hidráulica) y con poco viento (sin producción eólica), el gas seguirá siendo la principal fuente de producción de luz en España.  

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