Cada vez son más los españoles que hacen uso de entidades financieras para poder financiarse un viaje, una reforma de su casa o cualquier tipo de proyecto personal sin necesidad de especificar para qué necesitan el dinero. Según datos de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF), el número de préstamos personales ha aumentado más de un 26% durante el último año, lo que equivale a unos 2.700 millones de euros concedidos de crédito.
El uso de este tipo de créditos o microcréditos ha experimentado un aumento vertiginoso en los últimos años. En 2015, el crecimiento de los préstamos personales fue de un un 5,9% interanual, de acuerdo con datos de la misma entidad.
Y es que los españoles están aprovechando la recuperación que ha experimentado la economía nacional para consumir más, pero endeudándose. El año pasado se generaron más de 11 millones de nuevos contratos para créditos de consumo (en los que se incluyen este tipo de productos), en su mayoría para la compra de automóviles. Esto supone un incremento en la concesión de préstamos para el consumo de bienes personales de más del 14% respecto al año anterior.
Da la sensación de que los consumidores llevan demasiado hundido el pie en el acelerador del consumo
Mientras tanto, el ahorro continúa en mínimos históricos: los hogares españoles ahorraron un -1,2% durante el tercer trimestre de 2018. Es la cifra más baja registrada por el Instituto Nacional de Estadística desde el año 1999.
Advertencias de los supervisores
Este mismo miércoles, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha advertido de que los españoles están recurriendo “mucho” al crédito de consumo, lo que podría aumentar la desaceleración que sufrirá la economía española durante 2019. Según las previsiones de esta entidad para el año que viene, se espera que el crecimiento del PIB baje dos décimas, del 2,5% actual a un 2,2%.
Según Arce, este aumento del uso de créditos de consumo por parte de los hogares españoles conlleva ciertos riesgos. “Da la sensación de que los consumidores llevan demasiado hundido el pie en el acelerador del consumo”, ha asegurado.
No obstante, el presidente de ASNEF, Fernando Casero, ha defendido el “papel acelerador” de este tipo de préstamos, al tiempo que ha asegurado que son “un instrumento económico de máxima importancia”. “Hemos formalizado más de 11 millones de contratos y esto sirve no sólo para nuestros intereses, sino para dinamizar la economía en general”, ha aseverado en rueda de prensa.
A finales de 2018, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea y el Banco de España pidieron moderar la concesión de este tipo de préstamos debido al gran aumento que estaban registrando, sobre todo por parte de los bancos, que los consideran como una fuente alternativa de ingresos. "Yo creo que las advertencias van dirigidas más bien a otros sectores. El crédito incontrolado nunca es bueno", ha afirmado Casero.
Según ASNEF, aunque el sector tiene en cuenta las advertencias de estos órganos supervisores, la demanda de productos que se están financiando estaba “escondida”, por lo que no hay por qué preocuparse porque ya existía. "Hasta ahora había una demanda muy estancada; la confianza del consumidor para poder endeudarse es muy importante, antes tenía miedo a la inestabilidad por la situación económica. Esto se ha roto", ha afirmado. En ese sentido, ha destacado que el sector del crédito de consumo “es muy responsable”; ya que a pesar del crecimiento experimentado, aún registra niveles "muy inferiores" a 2009.
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