El último informe sobre protección social hecho público por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pone de manifiesto que solo el 45% de la población mundial se beneficia de, al menos, una prestación. Si nos fijamos en España, la cifra aumenta hasta el 80% de los ciudadanos, lo que significa que el 20% restante, no tiene acceso. Si en España hay actualmente cerca de 47 millones de habitantes, casi 10 millones se quedarían sin ningún tipo de ayuda social.
El informe de la OIT ofrece una visión general de las tendencias recientes de los sistemas de protección social, incluidos los pisos de protección social. Analiza la situación actual de la protección de los niños, las mujeres y los hombres en edad de trabajar, y de los adultos mayores. Deja fuera, eso sí, la protección de la salud.
La principal conclusión a la que llega es que, a pesar del importante avance conseguido en la extensión de la protección social en muchos países del mundo, el derecho humano a la seguridad social sigue sin realizarse para la mayoría de la población mundial. Solo el 45% tiene cobertura efectiva y accede al menos a un beneficio de protección social, mientras que el 55% restante –unos 4.000 millones de personas– no tienen protección alguna.
En Europa y Asia Central el nivel de protección es alto y, de media, el 84% de la población está cubierta. De hecho, en muchos países existen sistemas de protección social integrales para proporcionar protección universal, como en Francia, Kazajstán y Suecia. Todos los ciudadanos de estos países están cubiertos por al menos un esquema de protección social. En otros, en cambio, la cobertura no es completa, aunque sí elevada. Y entre estos países estaría España, por detrás de países como Bulgaria, Hungría y Polonia.
Solo el 29% de la población mundial está protegido por un sistema de seguridad social integral
Y es que, según las estimaciones de la OIT, solo el 29% de la población mundial está protegido por un sistema de seguridad social integral que abarca toda la gama de prestaciones, desde beneficios familiares hasta pensiones. Los déficits de cobertura guardan relación con una falta de inversión en protección social, pero sobre todo en África, Asia y los Estados Árabes.
Si atendemos solo a la protección infantil el informe muestra que sólo 35% de los niños del mundo se beneficia de un acceso efectivo a la protección social. Eso significa que, a nivel mundial, casi dos terceras partes de los niños – 1.300 millones – no están cubiertos. La mayoría de ellos, como cabría esperar, viven en África y Asia.
En el caso de las personas en edad de trabajar, la cobertura es "limitada", según la OIT. Solo el 41,1% de las madres de recién nacidos perciben una prestación por maternidad, por ejemplo. Y solo el 21,8% de los desempleados accede a cierta protección, mientras que el 27,8% de las personas con discapacidades severas reciben prestaciones.
Pensiones demasiado bajas
Por otro lado, el 68% de las personas que superan la edad que da derecho a jubilación reciben una pensión de vejez. De media, el gasto en pensiones y otras prestaciones para adultos mayores representa el 6,9% del PIB. En España este porcentaje ronda el 12%. Según el informe, con frecuencia las prestaciones son demasiado bajas e inadecuadas. Y esta tendencia se ha acentuado con las medidas de austeridad de la crisis.
Finalmente, en cuanto a la salud, la OIT asegura que el derecho a esta prestación aún no es una realidad en muchas regiones del mundo, sobre todo en las zonas rurales. A su parecer, serán necesario otros 10 millones de trabajadores de la salud para alcanzar la cobertura universal que se necesita y garantizar la seguridad de la población.
En este escenario, la OIT asegura que la protección social universal contribuye a erradicar la pobreza, reducir las desigualdades, promover el crecimiento económico y la justicia social, así como a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). “Sin embargo, los recortes de austeridad a corto plazo van en contra de los esfuerzos de desarrollo a largo plazo. Los ajustes de consolidación fiscal tienen importantes repercusiones sociales negativas”, señala Isabel Ortiz, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT.
Por eso, el informe recomienda aumentar el gasto público para extender la cobertura de la protección social, sobre todo en África, Asia y en los Estados Árabes. El objetivo es garantizar al menos un piso de protección social básico para todos. “Hasta los países más pobres tienen espacio fiscal para extender la protección social. Los gobiernos deben explorar activamente todas las opciones de financiación ”, añade Ortiz.
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