Los españoles inician el verano con los precios de los carburantes disparados pese a la ayuda del Gobierno. En concreto, están pagando un 35% y 27% más que en enero, hace apenas seis meses, por el litro de diésel y gasolina, respectivamente, pese a la subvención de 20 céntimos/litro aprobada en abril. Sin tener en cuenta el descuento que financian el Estado y las gasolineras con 15 y cinco céntimos, respectivamente; la subida en los precios se habría disparado hasta un 50%.
En la última semana de enero, los consumidores pagaban el diésel a 1,40 euros el litro; mientras que la gasolina estaba a un precio promedio de 1,52 euros/litro, según el boletín petrolero de la Unión Europea (UE). La misma fuente marca ahora el precio del gasoil en 2,10 euros y el de la gasolina, en 2,13 euros, según los últimos datos referentes a la semana pasada. Es decir, que en apenas seis meses, el diésel ha subido 70 céntimos y la gasolina, 61 céntimos.
En base a estos datos, con la subvención mínima de 20 céntimos, los españoles estarían pagando el litro de diésel a 1,90 euros y el de gasolina, a 1,93 euros; 50 y 41 céntimos más, respectivamente, que en enero. Esto se traduce en que la bonificación aprobada en abril y vigente hasta diciembre cubre ya menos de una tercera parte de la subida de precios desde que se inició el año.
Cuando se anunció la medida en marzo, ya se preveía que la medida cubriría menos de la mitad de la subida, pues entre enero y marzo los precios ya se habían elevado en 40 céntimos el litro, alrededor de un 28%, como consecuencia de la guerra en Ucrania. "Para volver al precio de 1,40 euros/litro de enero habrían que hacer un esfuerzo mayor, pero también es una cuestión de lo que se puede pagar, pues los recursos presupuestarios son limitados. Esta medida tiene coste y no es precisamente barata", explicaba entonces a Vozpópuli Francisco de la Torre, inspector de Hacienda del Estado.
De La Torre también exponía que el crecimiento del precio de los carburantes tras las medidas del Gobierno se explican por tres vías. Por un lado, la cotización del crudo Brent, afectado por el acuerdo del embargo parcial de la Unión Europea del crudo ruso. Por otro, la política monetaria (la subida de tipos de la Reserva Federal para contener la inflación ha provocado que el dólar se aprecie frente al euro, con un impacto en el precio del petróleo).
Finalmente, hay un tercer aspecto que influye en esta subida de precios: el fuerte incremento en el margen de refino. Este margen, que es la diferencia entre la cotización de referencia del producto refinado y la cotización internacional del crudo Brent, ha subido en el diésel desde los 0,05 euros/litro de 2019 hasta superar los 0,25 euros/litro en el último dato de abril de 2022, tal y como explican fuentes del sector. En el caso de la gasolina, el margen ha pasado desde los 0,03 euros/litro hasta los 0,14 euros/litro.
Los carburantes, motor de la inflación
El alza en los precios de los carburantes es uno de los principales motores de la inflación, que en junio se disparó hasta el 10,2%. A falta de conocer el detalle del Índice de Precios de Consumo (IPC) la próxima semana, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha explicado que "esta evolución es debida, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes, mayor este mes que en junio de 2021, y de los alimentos y bebidas no alcohólicas, frente a la estabilidad registrada el año anterior".
Esto ya ocurrió en el mes de mayo, cuando el precio de la gasolina, según el IPC, era un 11% más elevado que en enero y el del gasoil, un 17%. En verano, con el repunte de los viajes vacacionales, el encarecimiento de los carburantes se notará especialmente en el bolsillo del consumidor. Asimismo, algunos expertos y economistas han tildado la medida del Gobierno de ineficaz y "desperdicio de recursos", entre ellos el Banco de España (BdE).
El supervisor bancario asegura que el descuento de 20 céntimos favorece a los hogares de mayor renta. Según sus cálculos, el descuento de los 20 céntimos entre el 1 de abril y el 20 de junio de este año reducirá en 0,35 puntos porcentuales la inflación soportada por los hogares de menor renta en dicho período, mientras que que los de mayor renta experimentarán una reducción más intensa, de 0,61 puntos.