Los españoles pagarán alrededor de un 20% más por repostar en las gasolineras desde el 1 de enero, en plena 'operación retorno' de las vacaciones de Navidad. El Gobierno ha decidido no prorrogar más allá del 31 de diciembre la bonificación de 30 céntimos por litro en los carburantes, una medida generalizada que aprobó en abril para paliar la subida de precio de la gasolina, que llegó a superar los dos euros como consecuencia de la guerra en Ucrania.
La gasolina 95 y el diésel se mueven estas semanas entre los 1,60 y los 1,65 euros el litro, respectivamente. Sin embargo, los conductores se habían acostumbrado a pagar menos de lo que marcaban los surtidores, restándole entre 20 y 30 céntimos por litro repostado a la factura. Es decir, que a día de hoy están pagando, en realidad, hasta 1,30 euros por litro en el caso del diésel y 1,35 euros/l por la gasolina. Una ayuda que desaparecerá y sólo permanecerá para transportistas y profesionales.
De esta forma, los españoles que se han beneficiado de esta ayuda -20 céntimos están subvencionados por el Estado y los 10 céntimos restantes, por las propias empresas, con Repsol, Cepsa y BP a la cabeza- durante nueve meses dejarán de hacerlo desde el próximo domingo, justo cuando las familias preparan su regreso de las vacaciones de Navidad. Es decir, que pasarán de pagar entre 1,30 y 1,35 euros por litro, a su precio 'real', actualmente entre los 1,60 y los 1,65 euros.
Esto es cerca de un 20% más. Un conductor que decida este sábado llenar su depósito de 55 litros con gasolina 95 pagará de media 74,25 euros. Si, por su parte, decide dejar este repostaje para año nuevo el precio se le puede disparar hasta los 90,75 euros, 16,5 euros más que un día antes.
La decisión del Gobierno de retirar la ayuda estatal a los carburantes también se acompañará de la retirada de las promociones en las grandes marcas de gasolineras. Aunque algunas ya aprovechan el malestar de los consumidores para fidelizarles. Horas después del anuncio de Pedro Sánchez sobre el fin de estas ayudas, Repsol ha anunciado que mantiene sus 10 céntimos por litro en 3.300 estaciones de servicio para todos aquellos que paguen con su aplicación móvil.
Un cambio de paradigma en las gasolineras que provocará cierta confusión. Previsiblemente, este escenario, tal y como sucedió en el primer fin de semana de abril, desatará cierto caos en las gasolineras. Los conductores intentarán exprimir los últimos días de ayuda al carburante para ahorrar a la hora de su depósito. También tendrán que dar la cara en las más de 11.000 gasolineras, tanto con los clientes descontentos como los desinformados de la retirada de las ayudas.
Sin recuperar el precio precrisis
Además, aunque el precio de los carburantes se ha moderado en los últimos meses, tras el fin de la bonificación los españoles no sólo pagarán más que una semana antes, cuando estaba vigente la ayuda, sino que asumirán aún un precio más alto del que había antes de la crisis provocada por la invasión rusa. En la última semana de enero, el litro de diésel estaba a 1,40 euros, mientras que la gasolina se situaba en los 1,52 euros/litro, según el boletín petrolero de la Unión Europea (UE). De esta forma, los consumidores seguirán pagando un 15% más que en enero por el litro de diésel y gasolina.
En todo caso, la medida ha sido muy cuestionada por los expertos no sólo por el esfuerzo que supuso a las estaciones de servicio su implementación, sino por ser una de las más costosas junto a las rebajas fiscales en la factura de la luz y por beneficiar a las rentas más altas, tal y como ha asegurado el Banco de España (BdE) en numerosas ocasiones. Ahora se limitarán a una nueva ayuda solo para transportistas, agricultores, ganaderos o pescadores. El descuento ya no se haría directamente en la gasolinera, sino que funcionará a través de solicitudes de devolución mensuales.
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