El mercado eléctrico vuelve a vivir momentos convulsos. El precio de la luz se ha incrementado considerablemente en las últimas semanas a consecuencia del mayor precio del gas, que se ha convertido en indispensable en el mix español, y de la falta de renovables debido al anticiclón que gobierna últimamente en la Península Ibérica.
Esta circunstancia ha propiciado que noviembre haya finalizado siendo el mes más caro en lo que llevamos de año y este diciembre va por los mismos fueros. Pero a partir del 1 de enero de 2025 los españoles pueden contemplar un nuevo incremento en los recibos mensuales. Esto se debe a una nueva subida del IVA.
Concretamente, si nadie lo remedia los españoles volveremos a pagar el 21% en las facturas de la luz. La última reducción del IVA de la luz expiró el 31 de diciembre de 2023, y, desde el 1 enero de 2024, el tipo impositivo aplicado a la luz subió de nuevo al 10%. En la actualidad, se mantiene esta cifra, pero a partir de 2025 volverá a recuperar el 21%.
No obstante, si el precio medio del mercado eléctrico del mes anterior a la realización de la lectura del consumo se sitúa por debajo de los 45 euros/MWh, el IVA a la electricidad se ve incrementado hasta el 21%, independientemente de que los consumidores tengan contratado su suministro a precio fijo o indexado al mercado diario.
A consecuencia de la subida del IVA al 21%, un hogar promedio pagará aproximadamente 5,42€ más al mes en la factura de la luz; unos 65€ durante el 2025. Serán las pequeñas y medianas empresas, que representan el 99% del tejido empresarial en España, quienes más sufrirán este impacto en su cuenta de resultados, señala Manuel Palacín, CEO de Zonox, la startup pionera en reducir la factura de luz con tecnología.
Tomando el ejemplo, un pequeño taller con 8 trabajadores y un consumo anual de 52.000 kWh, la subida será de 114€ al mes, lo que supone un sobrecoste de 1.372€ al cabo del año.
Regresan los impuestos
Cabe recordar que el Gobierno, durante la peor etapa de la crisis energética, impuso medidas para minorar el coste energético en los energéticos. Fue el caso del tope al gas. Consistía en poner un límite al precio de la materia prima utilizado para producir electricidad, que disparó sus costes por la guerra en Ucrania.
Dicha medida cayó el 1 de enero de 2024 y logró rebajar los precios finales y logró un ahorro global de 5.106 millones de euros en el conjunto de los hogares españoles, según los datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco).
No fueron los únicos impuestos que se retocaron. Además del IVA y del tope al gas, se eliminaron o rebajaron en la factura de la luz este verano. Moncloa decidió la subida progresiva del Impuesto Especial de la Electricidad (IEE). A finales de 2023 se situaba en el 0,5%, y con la entrada en 2024 escaló hasta 2,5% para subir al 3,8% en el segundo trimestre y terminar a lo largo del año de alcanzar el nivel de 5,11%.
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