La mejoría del desempleo, con 2,9 millones de parados en enero comunicados por el Ministerio de Trabajo a través de los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), resulta ser un espejismo. Sin embargo, si se tienen en cuenta los fijos discontinuos que no trabajan ni cobran mientras están inactivos, en realidad la situación no ha mejorado respecto a finales de 2019 y principios de 2020 y la cifra real de parados vuelve a ascender a 3,5 millones de personas.
De este asunto advierte la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), quien hace unos meses acuñó el concepto de 'paro efectivo' para referirse al total de personas que están paradas, no sólo las comunicadas por el Ministerio. Y es que el SEPE excluye del paro registrado a aquellos trabajadores que mantengan un contrato fijo discontinuo con una empresa, aunque en ese momento no estén trabajando ni cobrando, e incluso aunque estén recibiendo una prestación por desempleo.
La variable del 'paro efectivo' "se introduce para tratar de mitigar la ruptura de la serie de paro registrado generada por la reciente reforma laboral, y en particular, por la rápida transformación de contratos temporales en fijos discontinuos. El problema surge porque, a diferencia de los temporales, los fijos discontinuos no se contabilizan como parados", explica Fedea. Esto ha sido así siempre, pero el peso de los fijos discontinuos con la reforma laboral se ha disparado, con un impacto importante en las cifras de paro registrado.
Cuando los fijos discontinuos no están trabajando y se dan de alta en el SEPE para buscar otro trabajo, recibir formación o cobrar el paro, se encuadran en otra casilla, denominada "demandantes de empleo con relación laboral". La evolución de esta categoría "sugiere que la aparente mejoría del paro registrado entre 2019 y 2022 ha de tomarse con cierta cautela", alerta Fedea.
Según los datos recopilados por el servicio de estudios a través de las estadísticas del SEPE, el número total de parados 'efectivos' (parados registrados más demandantes de empleo con relación laboral) se situó a lo largo de todo el año 2022 por debajo de los niveles registrados en los mismos meses de 2019.
Sin embargo, a finales de año esto cambió y el nivel de paro 'efectivo' se situó en diciembre en el mismo nivel que tenía en diciembre de 2019 (3,46 millones). En enero creció hasta los 3,56 millones de personas, también prácticamente los mismos desempleados efectivos que había en enero de 2020 (3,55 millones). De hecho, se situó ligeramente por encima, con 5.242 parados 'efectivos más.
Este dato contrasta con los datos de paro registrado que difunde el Ministerio cada mes, que muestran una evolución positiva respecto a 2019-2020, incluso en el periodo más reciente. En diciembre se registraron 2,84 millones de parados, frente a los 3,16 millones de 2019 (-325.951). En enero, el número de parados registrados por el SEPE se situó en los 2,90 millones, 345.456 menos que los 3,25 millones registrados en enero de 2020.
Fedea explica que el patrón general del paro registrado y el paro efectivo es similar hasta septiembre de 2022, si bien la segunda variable ha tardado algo más que la primera en situarse por debajo del nivel de 2019 y la mejora con respecto a ese año es inferior.
Sin embargo, en el último trimestre de 2022 el patrón es muy distinto: mientras que el paro registrado se reduce y se aleja cada vez más del nivel observado en el mismo mes de 2019, el paro efectivo aumenta y vuelve a su nivel prepandemia a finales de 2022 debido al rápido crecimiento del colectivo de demandantes con relación laboral (presumiblemente fijos discontinuos que no están trabajando).
El número de demandantes con relación laboral en enero de 2023 se situaba en las 651.112 personas, frente a las 300.414 de enero de 2020, es decir, 350.698 más. Una cifra muy similar al descenso del paro registrado (345.456). Es decir, que en realidad el paro no ha mejorado respecto a hace cuatro años y lo único que varía es el tipo de contrato que tienen estas personas y, por consiguiente, la forma en la que se consideran estadísticamente por el SEPE.
De momento, el Gobierno sigue sin detallar cuántos fijos discontinuos hay cada mes con un contrato vigente pero sin trabajar ni cobrar, porque, según dice, necesita "depurarlos". La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cedió a desglosar y proporcionar el dato ante la polémica que estaba suscitando, después de que varios organismos económicos como Fedea y BBVA Research alertasen de esta distorsión en el paro y de la falta de información para analizar la evolución del desempleo tras la reforma laboral.
La tasa de paro, al alza
Por su parte, la tasa de paro lleva siete meses creciendo. Este dato sólo lo proporcionan Eurostat y la OCDE, puesto que el Instituto Nacional de Estadística (INE) la calcula trimestralmente, en la Encuesta de Población Activa (EPA). Y según las estadísticas oficiales de ambos organismos internacionales, la tasa de paro lleva desde junio sin bajar. De esta forma, ha pasado de situarse en el 12,6% al inicio del verano de 2022 al 13,1% en diciembre de 2022.
Por contra, la tasa de paro de la OCDE se mantuvo en el 4,9% en diciembre por sexto mes consecutivo, es decir, que lleva seis meses sin cambios y, de hecho, es la más baja desde que la serie histórica empezó en 2001. De todos los países que integran la OCDE, España es el que tiene una mayor tasa de paro. Por el contrario, los niveles más bajos de desempleo se dieron en República Checa, con un 2,3%; Japón, con un 2,5%; y Alemania y Polonia, con un 2,9% ambas.
Lo mismo ocurre si se pone el foco en Europa. Mientras que el paro de la Eurozona despidió 2022 en el mínimo histórico del 6,6%, manteniéndose estable respecto al mes anterior, España se situó a la cabeza del desempleo con una tasa del 13,1%, una décima superior a la registrada en el mes de noviembre, según los últimos datos publicados por la oficina estadística europea, Eurostat.
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