"Unas 500 tiendas chinas de barrio han cerrado en Madrid por el coronavirus. Nosotros lo haremos mañana. Nos vamos a China. Aprovecharemos y nos cogeremos las vacaciones para evitar el contagio", son las palabras del hijo del propietario de uno de estos establecimientos de la zona de Doctor Esquerdo, en Madrid.
Se trata de una familia afincada desde hace años en la capital, y que regenta dos locales de ultramarinos y un restaurante. Han decidido cerrar todos sus negocios y hacer las maletas rumbo a China, donde el ritmo de contagios ha sido contenido por el Gobierno del país, salvo en Wuhan, la ciudad donde comenzó todo.
La Asociación de Chinos en España (ACHE) no se atreve a confirmar esta cifra, aunque reconoce que "podemos hablar sin lugar a dudas del cierre de centenares de establecimientos en la capital. Bazares, comercios y tiendas están clausurando su actividad de forma paulatina por miedo al contagio", explica Dawei Ding, vicepresidente de la Asociación ACHE y director de China FM.
La realidad es que hay quien no puede permitirse cerrar porque de la apertura de su tienda depende el sustento de la familia. A ese tipo de empleados les recomendando que trabajen con mascarillas y guantes"
Otros barrios de la capital muestran la misma estampa. Las socorridas tiendas propiedad de ciudadanos chinos aumentan el ritmo de cierre. "En Plaza de Castilla un restaurante de comida rápida ha colgado el cartel de cerrado por vacaciones y en la calle Capitán Blanco Argibay un bazar y una tienda de ultramarinos situadas la una enfrente de la otra han puesto también el mismo cartel", explica A.S., un vecino de la zona.
"La realidad es que hay quien no puede permitirse cerrar porque de la apertura de su tienda depende el sustento de la familia. A ese tipo de empleados les recomendamos que trabajen con mascarillas y guantes durante toda la jornada laboral", explica Ding.
Una situación que cada vez será más preocupante según el vicepresidente de la Asociación de Chinos en España, dado que "aún no se ha alcanzado el momento álgido de contagios. En China ya hemos contenido la propagación pero aquí la cosa acaba de empezar. Los chinos llevamos dos meses con medidas extraordinarias, en España la población aún no tiene nuestro nivel de concienciación".
No confían en el sistema sanitario español
"Es dificil que en España se puedan tener infraestructuras para afrontar la enfermedad. Los ciudadanos chinos cierran los negocios y muchos se van a China porque estan preocupados con los recursos sanitarios que habrá en España cuando esto sea mucho más grave. El virus no tiene vacuna ni tratamiento eficaz. Si aumentan los casos con síntomas graves se necesitará el apoyo de máquinas para mantener la respiración de los enfermos, y no sabemos cuántas máquinas ni cuántas camas hay en los hospitales. Si llega la gran ola de contagios va a haber mucha presión sobre el sistema sanitario y colapsará", asegura Dawei Ding, vicepresidente de la Asociación ACHE y director de China FM.
Quienes se han dado una vuelta por los establecimientos chinos de su barrio se las han encontrado cerradas con un cartel de "cerrado por vacaciones". Desde ACHE explican que el miedo está detrás de muchos de estos cierres temporales.
"Los chinos prevén que la crisis se va a agravar y están tomando medidas preventivas. Entre ellas es dejar el país o quedarse en casa. Ellos no pueden hacer que el Gobierno cambie sus políticas. Solo pueden cerrar y evitar contagiar a alguien o ser contagiados. Cada uno toma la decisión de abrir o cerrar, pero sí que hago un llamamiento según la ubicación de cada comercio chino. En Madrid, uno de los sitios más afectados, hay que tener mas precaución y puede ser razonable los cierres. En Ceuta, por ejemplo, no hay un motivo claro para cerrar los negocios. Como digo, hay familias que si no abren no pueden vivir porque es su único sustento", declara Ding.
Otras medidas
No obstante, y aunque no todos los comercios chinos han tomado la decisión de cerrar, sí que la mayoría de ellos están tomando medidas no solo para evitar el contagio de la enfermedad, sino para transmitir sensación de tranquilidad a los clientes.
Para muestra, un botón. "Desde esta semana, nuestros dependientes llevan todos mascarillas para que el cliente entre con normalidad y vea que no existe ningún peligro", cuentan a Vozpópuli desde el polígono industrial de Cobo Calleja, especializado en la venta mayorista de productos chinos.
De hecho, es habitual estos días que en muchos de estos bazares se estén implementando medidas de este tipo junto con otras más aisladas como la colocación de un plástico en el mostrador - como se puede ver en la imagen superior- para extremar aún más la precaución y evitar el contacto con el cliente.
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