Economía

2050, el año en que viviremos en ciudades verticales a las que accederemos con drones

Este tipo de infraestructuras tendrán más de un kilómetro de altura con diferentes niveles de entradas

El despacho de arquitectura con sede en Londres, AMBS architects, desarrolla el concepto de ciudad vertical, una tendencia futura que impactará en el desarrollo de las grandes ciudades gracias a los drones.

Se trata de convertir rascacielos kilométricos en urbes con todos los servicios que hoy en día disfrutamos a pie de suelo, a escala horizontal. La ventaja según el despacho, que tiene al arquitecto español Marcos De Andrés como socio, es que se descongestionará el suelo de las ciudades. Crecerán en altura, no en superficie. Incluso, podrían hacer que los actuales núcleos urbanos se contrajeran para iniciar su crecimiento hacia arriba.

Farmacias, cines, gimnasios, talleres, supermercados, hospitales, tiendas de ropa... La idea es que todos estos servicios, y aquellos otros que podamos imaginar, se encuentren integrados en estas estructuras. Podríamos llegar a nacer y morir sin haber tocado jamás el suelo.

Un acercamiento a este concepto se encuentra en la Dubai City Tower, sita en el país que le da nombre. Con más de 800 kilómetros de altura (siete veces más alto que el Empire State Building) y un ascensor bala para moverse por los distintos niveles, obtiene la energía necesaria a través de paneles solares y del viento que a esas alturas azota las paredes de la estructura.

Planta de una ciudad vertical, con un dron en el fondo (fotomontaje)

Drones

El proyecto de AMBS Architects se servirá de drones para que los ciudadanos puedan moverse por las alturas del edificio, o visitar otros rascacielos a visitar familiares, salir al campo, etcétera.

Los drones ya se utilizan, por ejemplo, para poner multas por infracciones en carretera en España (Guardia Civil) y la industria asegura que en los próximos años se desarrollarán aeronaves de este tipo con capacidad de transportar humanos de forma segura. Autobuses en el cielo, en algunos casos sin conductor. La consultora Oliver Wyman asegura que esto no será una realidad hasta 2050, momento en el que los drones y drones no tripulados representarán un 50% del mercado.

El proyecto

El despacho londinense contempla en su proyecto que cada rascacielos tenga más de 1 kilómetro de altura y 25 alturas que formarán barrios verticales. Para poner todo en contexto, basta con fijarse en la altura de la Torre de Cristal, el edificio más alto de Madrid. Mide 250 metros, cuatro veces menos.

"Este nuevo concepto, en el que se unen la innovación arquitectónica y el transporte aéreo, permitirá a los habitantes disfrutar de la ciudad y del mundo rural en un espacio de tiempo muy corto. El contacto con la naturaleza y la vida en el campo creará generaciones en absoluta y total consonancia con la urbe y el medio ambiente", explican desde AMBS arquitects.

En el centro de cada edificio se situarán las estaciones de drones encargadas de dar el servicio de movilidad, complementadas por una red de ascensores-. El usuario reclamará los drones cuando necesite ser transportado a un lugar concreto. En ese momento una unidad se desplazará a su casa para recogerle y llevarle donde necesite. También habrá opción de ir andando en el caso de distancias cortas, dado que los edificios estarán conectados entre sí a través de una completa red de pasarelas cubiertas.

"Conquistar el espacio aéreo de las ciudades tendrá efectos de gran alcance. Primero cambiará la arquitectura de los edificios, las urbes y, en última instancia, a nosotros mismos. La composición socioeconómica de las ciudades será diferente e intercambiable", explica Marcos De Andrés.

Ahora falta lo más complicado, socios que empujen el concepto para que sea una realidad.

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