Economía

El Eurogrupo acuerda que los préstamos del fondo de rescate puedan devolverse en 10 años

Calviño ha dicho en varias ocasiones que España no se plantea ahora pedir esta ayuda puesto que no tiene problemas para financiarse en los mercados

El Eurogrupo llegó este viernes a un acuerdo para habilitar una línea de crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para la pandemia que permitirá a los países de la eurozona pedir un préstamo para financiar costes sanitarios con muchas menos condiciones que en los tradicionales rescates.

El acuerdo prevé que la línea esté disponible hasta el 13 de diciembre de 2022 con posibilidad de ampliarla y que los créditos tengan un vencimiento de diez años, según recoge EFE.

Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona pactaron los últimos detalles de la línea de hasta 240.000 millones de euros que pondrá en marcha el fondo de rescate, de modo que esta podrá estar disponible el 1 de junio, previa aprobación del consejo de Gobierno del MEDE y de algunos Parlamentos nacionales.

"El Eurogrupo acuerda los términos para la puesta en marcha el 1 de junio del instrumento precautorio de pandemia del MEDE. Es un paso más en la buena dirección para la zona euro. Seguiremos trabajando en las próximas semanas para reforzar la respuesta europea a la covid-19", anunció la vicepresidenta de asuntos económicos, Nadia Calviño, en Twitter tras la reunión.

Calviño ha dicho en varias ocasiones que España no se plantea ahora pedir esta ayuda puesto que no tiene problemas para financiarse en los mercados.

Condiciones más flexibles

Los Estados que lo soliciten podrán recibir un préstamo del MEDE por hasta el 2% de su producto interior bruto (PIB) para cubrir costes sanitarios, de cura y prevención, directos o indirectos, ligados a la crisis del coronavirus y con la única condición de que el dinero se destine a esos fines.

Esto significa que no se impondrán a los países las condiciones macroeconómicas que se exigieron con los rescates durante la pasada crisis financiera, como la aplicación de políticas de austeridad o reformas estructurales.

Se suaviza también la vigilancia a la que se tienen que someter los países beneficiaros tras recibir un préstamo del MEDE, de modo que estará ligada solo a que se pruebe el uso de los fondos para los gastos admitidos.

Con esta relajación de los requisitos se intenta liberar esta herramienta para la pandemia del estigma que arrastran los rescates como consecuencia de la crisis y eliminar escollos para que los países que puedan necesitarlo lo soliciten, especialmente Italia, dónde el MEDE genera una gran controversia política.

Esta línea de préstamo forma parte de un paquete más amplio de medidas aprobado por la Unión Europea (UE) en abril para dar liquidez a los países frente a las necesidades inmediatas de la pandemia, que incluye también un fondo contra el paro con hasta 100.000 millones en créditos y un programa del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que movilizará hasta 200.000 millones en financiación para empresas. 

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