¿Este buen final de año va a suponer un 2025 peor?
Puedes suponer que el espacio de subidas en 2025, es efectivamente más reducido, pero ¿de qué depende? Al final depende de las valoraciones de las compañías y de las empresas y a su vez las valoraciones dependen de las cuentas resultados. Conoceremos a partir de enero y, sobre todo, febrero el cierre del año de todo el mercado y eso va a determinar que el comienzo del año, que se espera positivo continúe, quizá no tan favorable como ha sido el 2024, pero luego hay un elemento, un factor, un componente que es el factor Trump, el cual puede modificar a favor o en contra, yo creo que va a ser a favor, estos primeros meses del 2025. Con ambas cosas, no fulgurante, pero sí un comienzo de año aceptablemente bueno.
¿Creéis que la llegada de Donald Trump va a ser tan mala para Europa como se pinta?
Existe una situación macroeconómica en Europa que no es favorable, dista mucho de la americana, para mal. En ese marco, Europa parte con unos datos macroeconómicos, económicos en general, desfavorables, pero también parte de más abajo, desde el punto de vista de cotizaciones, sobre todo de una serie de sectores, especialmente de algún estilo de inversión ligado más al value. ¿Qué quiere decir eso? Que en Europa si las bajadas de tipos del BCE ayudan a incrementar la confianza, como así está pareciendo y, a sí mismo, dotan de tracción a la economía en general, la economía real, Europa podría sorprender en el 2025. Porque por un lado, parte de bastante más abajo, hay que hacer un análisis sectorial y por otro lado, las valoraciones en Estados Unidos son bastante más exigentes.
Lo juntamos todo y puede ser un año positivo para Europa, pero siempre que se produzca de lo que partimos: bajadas de tipos del BCE, incrementan confianza, como así se está produciendo de empresarios y consumidores y, sobre todo, dotan de tracción a la economía, especialmente los países centrales, Francia y Alemania, tracción de la que han carecido en 2024.
¿Qué activos pueden hacerlo mejor con el panorama que hay sobre la mesa?
Distinguiendo las dos principales zonas del mundo, a efectos de mercados, Estados Unidos y Europa, lo que creemos que puede hacerlo mejor es:
1. En Europa un enfoque más value. Inversiones nicho, especialmente en la inmobiliaria, los famosos REITs, España denominados SOCIMIS, que son empresas inmobiliarias cotizadas. La bajada de tipos impulsa las valoraciones del sector inmobiliario y eso enriquece, la mora está muy baja en la banca, lo cual también le va a favorecer aunque los tipos bajen, hay espacio todavía de cuentas de resultados en la banca. Y desde el punto de otros tipos de activo, mantener las inversiones en renta fija en Europa pero con calidad, grado de inversión siempre a poder ser y utilizar así mismo cupones flexibles, flotantes para adaptarnos bien a los movimientos de tipos, que ahora son a la baja, pero acaban siendo a la alza.
2. En Estados Unidos, el otro gran bloque, más exigente en valoración y con menos espacio, ahora mismo de subida, creemos que debemos cuidar la exposición a las grandes tecnológicas. Centrarnos más en sectores que han sido olvidados por el inversor, como puede ser el sector manufacturero, que dista mucho en valoración y en cotizaciones del puro ambiente tecnológico, y buscar así mismo una serie de compañías orientadas más hacia la creación de valor favorecidas por las bajadas de tipos. ¿Cuáles? El sector inmobiliario, el sector financiero, especialmente por la postura de Trump de flexibilizar una serie de normas, lo cual es positivo desde el punto de vista de sus cuentas resultados. Y, finalmente, en bonos americanos quizá ahora mismo esperar y no dotarnos de más peso del ya adquirido a lo largo del 2024, pues las bajadas de tipos en Estados Unidos van a ser más lentas que en Europa, primero por fortaleza de la economía americana y segundo por un motivo muy sencillo, porque en Estados Unidos la inflación todavía dista de estar encauzada, al menos en los objetivos de la FED.
¿Cómo se puede cubrir el inversor ante una recesión inminente en Europa?
Creo que recesión no va a haber. Hemos bordeado, sobre todo Alemania y algo Francia, la recesión por problemas de distinto tipo también muy ligados a situación política que atraviesa muy mal momento. Pero dicho eso, si el deterioro de la macroeconomía en Europa llegara y fuese notable, nos refugiaríamos en tipos de interés, por supuesto. A corto, todavía con retornos interesantes, a medio/largo en bonos soberanos y a corto/medio en bonos corporativos privados cuidando mucho la calidad de estos. Porque que duda cabe que si vamos a recesión, aumenta la mora y si aumenta la mora, el default, no de una manera generalizada, pero partimos de muy abajo. Por lo que habría que tener cuidado en un ambiente o entorno recesivo con ese tipo de activo y confiar más en bonos de calidad y, especialmente, en soberanos.
Para 2025, ¿renta fija o renta variable?
Estimamos que va a ser el “efecto Trump” por mucho que sobreponderemos su capacidad de impulsar y de su administración, pero el “efecto Trump” en balance va a ser favorable. Parece que las políticas arancelarias no van a limar tanto el comercio internacional va a ser algo más moderado de lo previsto inicialmente, con lo que creemos que las cuentas de resultados de las empresas van a ser buenas y creemos que la bolsa puede tener otro buen año. Quizá no tanto como en el 2024, pero puede ser un buen ejercicio para la renta variable yendo especialmente hacia los segmentos como puede ser inmobiliario, en Europa, todavía la banca; en Estados Unidos un enfoque especialmente value en la compra y quizá dejar de lado las “big tech”. Teniendo en cuenta todo eso, buen año para la bolsa.
Y en los bonos, intentar evitar, salvo sorpresa recesiva, los plazos muy largos y centrarnos en bonos de calidad y esperar, a eso que le llaman los inversores, recortar el cupón que es una costumbre muy sana y que da mucha paz y tranquilidad.
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