26 de julio de 2012. Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), es consciente de que la moneda única está a punto de resquebrajarse por la fuerte presión que sufren España e Italia y afirma entonces que “el BCE hará lo necesario para salvar al Euro y créanme, será suficiente”. El Ibex subió un 6%, el FT-Mib italiano un 5,6% y el EuroStoxx 50 un 4,26%. Muy pocos días después, el 2 de agosto siguiente, realizó unas declaraciones en el mismo sentido pero algo más tibias, condicionadas claramente por Alemania, que hundieron al Ibex un 5,16%, en un caso claro de sobrerreacción de los mercados. Un desastre en toda regla, pero curiosamente, al día siguiente, el índice rebotó en la misma medida. El Ibex había caído desde 6.720 puntos hasta 6.373 para rebotar de manera casi perfecta hasta 6.755. ¿Quién había arreglado el desaguisado y por qué? Algunos fondos han dicho que, para esto, mejor devuelven el dinero a sus clientes.
Tal medida, sin precedentes, es la anunciada por Moore Capital Management, fondo gestionado por Louis M. Bacon, que ha anunciado públicamente que devolverá la cuarta parte de los 2.000 millones de dólares que tiene bajo gestión ante la imposibilidad de invertir en este entorno tan absolutamente mediatizado por los políticos e instituciones. “Es imposible tomar decisiones sobre el futuro europeo cuando los políticos se dedican a frustrar la evolución natural de los mercados”. No es el único. Como puede verse en el cable de Reuters adjunto, otros como el histórico Paul Tudor han hecho lo propio. Pero casi nadie se había atreviso a echar, literalemente, la culpa a Angela Merkel.
Bacon ha hecho estos comentarios al diario The New York Times, añadiendo que “es increíble la importancia de las decisiones de una única persona; Angela Merkel, para los mercados mundiales”. Este tipo de quejas ya se estaban escuchando en España desde hace tiempo, aunque la decisión de devolver el dinero por este motivo puede tener consecuencias imprevisibles. En Europa, sin embargo, será difícil que este modo de actuar se convierta en una tendencia, ya que los gestores viven del fee aplicado al dinero bajo gestión, pero esta inmolación en plaza pública no tiene precedentes. Pero los gestores de hedge funds se muestran impotentes ante esta manipulación sin precedentes, tal como reconocìa ayer el mismísimo Financial Times.
Las agencias de rating animan
Tampoco son normales hechos como que las agencias de calificación crediticia animen a los países a solicitar los rescates, sin riesgo de recortes de rating. Una circunstancia inédita, que como trasfondo tiene unas ayudas a países en apuros que conllevan control de tipos de interés de la deuda.
Tanto Merkel como el BCE no dejan claras las reglas del juego. Alemania y el organismo emisor se han mostrado hasta hace pocas semanas decididamente en contra de las compras en el mercado de deuda, después de haber realizado estas prácticas habitualmente en el pasado, como herramienta de presión para forzar la condicionalidad macroeconómica. Las subidas de primas de riesgo eran la mejor garantía para los socios europeos de que los países; especialmente España, iban a hacer las reformas deseadas.
Pero semejante estrategia no ha tenido éxito. Nuestro país e Italia han realizado ajustes que no se traducen en frutos, ya que la recesión económica va más deprisa y anula el efecto de las reformas. Mientras tanto, el deterioro de los países del sur ya está teniendo impacto en Alemania, que sólo ha crecido un 0,3% en el segundo trimestre del año, hasta un 1% interanual. Y se trata de la locomotora económica de la Eurozona.
Parece evidente que tanto Merkel como Mario Draghi tienen claro que tocan buenas dosis de voluntarismo con España e Italia, aunque manteniendo el discurso duro con Grecia. Pero tanto cambio de opinión, unido a la total influencia en los mercados de ambos personajes hace ingobernables los mercados para los gestores.
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