Evo Banco ha decidido dejar sin tarjeta física a todo los clientes que no la utilicen durante "un tiempo prolongado", según ha comunicado la propia entidad mediante un correo electrónico. Esta medida entrará en vigor el próximo 1 de marzo y se aplicará a partir de la próxima renovación. La campaña, según EVO, se ha puesto en marcha para "evitar emitir plásticos innecesarios". El banco ofrece como alternativa a la tarjeta la versión para el teléfono móvil, que se puede descargar desde su app.
La entidad que ahora pertenece a Bankinter también ha optado por poner límites a la retirada de efectivo y a las transacciones por "motivos de seguridad". En concreto, los clientes de este banco no podrán extraer más de 2.000 euros al día, así como superar los 4.000 euros en compras. Tampoco podrán hacer más de cinco operaciones al día en los cajeros automáticos o más de 15 compras en 24 horas.
Bankinter formalizó la adquisición de Evo Banco al fondo estadounidense Apollo -sin incluir su financiera- el pasado mes de junio por un coste total de 65,8 millones de euros, a pesar de que el banco online registró pérdidas por 9,99 millones de euros durante el primer trimestre de 2019, según consta en las cuentas individuales recogidas por la Asociación Española de Banca (AEB).
El desembolso total para llevar a cabo esta compra fue de 199,4 millones de euros, pero el exceso de capital de Evo derivado de la segregación de Evo Finance realizada con carácter previo revirtió al grupo naranja 133,6 millones de euros.
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ha reiterado en numerosas comparecencias públicas la oportunidad que supone para su entidad esta adquisición, asegurando que le permitirá penetrar con fuerza en la banca minorista, un negocio que hasta ahora se le ha resistido, ya que su estrategia ha estado focalizada en la banca privada y patrimonial.
La compra
Fuentes del sector financiero recogidas por Europa Press han explicado que para Bankinter esta adquisición no responde a una necesidad de hacer 'engordar' inmediatamente su cuenta de resultados, sino que su sentido versa fundamentalmente en un interés por la cartera de negocio, el desarrollo tecnológico, la propia marca o la entrada en un nuevo mercado, ya que también adquirió Advantcard, la filial irlandesa de Evo.
"La operación tiene sentido. El banco se lleva toda una estructura consolidada, así como una filial en otro país, habiendo desembolsado solamente unos 66 millones de euros", han destacado las mismas fuentes.
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