La política de los bancos centrales es clara de aquí a final de año, ¿creéis que el optimismo durará estos meses en las bolsas?
El optimismo de los mercados respecto a las bajadas de los tipos de interés nos parece excesivo. Está ya descontado por la curva que tanto la Reserva Federal como el BCE van a bajar más de 200 puntos básicos, que van a situar sus políticas monetarias en terreno ligeramente expansivo ya a mediados del año que viene, la FED por debajo del 3%, el BCE por debajo del 2%, pero viendo la resistencia a la baja de la inflación subyacente creemos que los bancos centrales se moverán con más cautela, así que este factor de optimismo podría ir disipándose. Podemos ver algún pequeño repunte en las curvas, así que las sensaciones que ese viento de cola por el giro de las políticas monetarias ya está incorporado en los precios.
Hasta septiembre, ¿cuál es vuestra valoración del mercado?
Lo que llevamos de 2024 está siendo un año extraordinariamente positivo en las bolsas, con subidas superiores a las que teníamos proyectadas, con una renta fija que por fin en los últimos meses también estaba dando los atractivos retornos que teníamos previstos. Se está, por el momento, consolidando esa expectativa, ese escenario base de una prolongación del ciclo económico, de un crecimiento robusto de los beneficios empresariales, de una relajación de las condiciones de financiación y todo esto se ha manifestado en unas cotizaciones que están subiendo con mucha fuerza, pero de forma desigual y ahí es donde surgen las oportunidades en algunos sectores, en algunos segmentos que se han quedado rezagados.
Tenemos mucha incertidumbre sobre la mesa y la volatilidad puede aumentar, ¿qué es lo mejor ahora para los inversores?
Los resultados de las elecciones estadounidenses llevará escenarios bastante binarios, bastante distintos y por lo tanto aquí la estrategia claramente tiene que partir de una diversificación geográfica, sectorial y por clases de activos. La estrategia en Singular Bank, ahora mismo, estamos moderadamente infraponderados en renta variable manteniendo algo de liquidez en las carteras para aprovechar esas oscilaciones que vemos probables en los próximos meses y con un sesgo algo defensivo en la composición sectorial. Estamos primando sectores como el de salud o los energéticos, tanto eléctricas como petroleras con una economía estadounidense que, además, creemos que va a perder algo de impulso en los próximos trimestres donde los sectores cíclicos ya han estado tirando con mucha fuerza y la tecnología está en valoraciones ya bastante exigentes.
¿En qué sectores pueden refugiarse? y ¿Dónde creéis que están las oportunidades?
Beneficiarios de la relajación de las condiciones de financiación, así que por un lado estamos hablando de compañías de infraestructuras en términos generales: eléctricas, autopistas, otro tipo de concesionarias, redes de comunicaciones, centros de datos y que han funcionado bien en el último par de meses, pero que creemos que todavía tienen recorrido y están en valoraciones muy razonables. Y por otro lado, pequeñas y medianas compañías típicamente más endeudadas. Además a plazos más cortos a tipos variables son los que se benefician en los próximos trimestres de ese abaratamiento de la financiación. Se han quedado bastante rezagadas respecto a las grandes compañías y respecto a los sectores más cíclicos, así que es, quizás, la apuesta por si sigue el tirón en las bolsas.
¿Cómo estáis gestionando las carteras de vuestras inversores?
Con unos ajustes constantes en esos sesgos geográficos sectoriales, en las oportunidades que puedan surgir en la renta fija. En general el tono es de cautela, primando la generación de los retornos más que la búsqueda de plusvalías, por ejemplo ahora que se ha agotado la bajada de las curvas de tipos que ha impulsado las cotizaciones de la deuda pública estamos girando más hacia los bonos corporativos. Hay una pequeña oportunidad en el nicho de la deuda financiera subordinada. Dentro de los sectores, con cautela en los sectores más cíclicos búsqueda de oportunidades en defensivos, en las temáticas en las megatendencias de largo plazo y en pequeñas y medianas compañías. Hay que tener mucha flexibilidad y tener bien analizados por los distintos escenarios que pueden ir aconteciendo.
¿Qué perspectivas manejáis para final de año?
Las sensación es que el año está prácticamente hecho. Sobre todo si no se producen esas bajada de tipos tan rápido con la volatilidad que pueden introducir las las elecciones en en Estados Unidos, así que en esa expectativa de unos grandes índices bursátiles, que tienen un recorrido alcista bastante acotado, pero todavía con un proceso de intensas rotaciones por sectores o por estilos y ahí es donde queremos que ahora mismo está la mayor oportunidad de inversión.
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