La propuesta del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de fijar un impuesto a la banca para salvar las pensiones ha generado mucho escepticismo en el mundo académico y económico. Los expertos creen que es solo un parche que no puede resolver un problema tan grande como el de las pensiones y avisan: al final el impuesto lo acabarán pagando los consumidores.
Así lo aseguran el profesor de la Universidad Complutense e investigador de Fedea, José Ignacio Conde-Ruiz y el profesor de Esade Juan Ignacio Sanz en conversaciones con este periódico. Ambos creen que los bancos se convertirían en meras cadenas de transmisión de los costes a los consumidores a través de un incremento de las comisiones y otras medidas.
Por eso no comparten la propuesta. Creen que es un nuevo parche que no aborda el problema de fondo, que es la insostenibildad de las pensiones a largo plazo, como consecuencia del progresivo envejecimiento de la población. Y es que, como recuerda Conde-Ruiz, dentro de tres décadas habrá solo un trabajador por cada pensionista y sus cotizaciones no serán suficientes para sufragar las pensiones.
"Creer que se puede solucionar el problema de las pensiones actuando por la vía del ingreso es un error", señala Conde-Ruiz, para quien las pensiones en España deben pagarse solo a través de las cotizaciones. Por eso, es partidario de hacer una gran reforma que actúe por la vía del gasto y de avanzar hacia un sistema de cuentas nocionales.
La reforma de las pensiones tiene que centrarse en el mercado laboral y dejar a un lado los impuestos
La medida de Sánchez, explica, no puede solucionar los problemas actuales del sistema. A su juicio, es mejor hacer una gran reforma con tiempo para que la gente pueda adaptarse poco a poco al cambio. "Nunca se puede analizar la reforma de pensiones a corto plazo", sostiene.
El profesor de Esade coincide con Conde-Ruiz en la necesidad centrar las medidas en el mercado laboral y el sistema de pensiones y dejar a un lado los impuestos. "Cuando hay un problema en un nicho de mercado, la solución hay que buscarla en ese mismo nicho de mercado", sostiene, tras asegurtar que cualquier reforma completa del sistema pasa necesariamente por mejorar la productividad del mercado de trabajo.
Mejorar la productividad
Si el mercado laboral fuera más productivo y más competitivo, los salarios de los ciudadanos serían más altos y también las aportaciones a la Seguridad Social y las pensiones. Y sería más atractivo para la mano de obra extranjera cualificada, lo que ayudaría a mejorar la pirámide poblacional del día de mañana.
Además, Sanz recuerda que en estos momentos la banca no es un negocio rentable en por el bajo nivel de tipos de interés, y aún tiene pendiente una gran reestructuración, así que no es el momento de ponerles más impuestos. Dado su estado actual, trasladarían el coste sin duda a los consumidores.
El secretario confederal de Políticas Públicas y Protección Social, Carlos Bravo, no tiene tan claro que los consumidores vayan a pagar el impuesto. Podría ocurrir si el impuesto se dirige a los depósitos, pero no si se plantea de una forma similar al Impuesto de Sociedades.
CCOO cree que la medida del PSOE van en la buena dirección y defiende el uso de impuestos para aliviar a la Seguridad Social
Bravo cree que la propuesta del PSOE va por buen camino, aunque resulta insuficiente porque el sistema de pensiones necesita más recursos en estos momentos. Y sí cree que se pueden usar los impuestos para financiar algunas partes del sistema sin afectar a la contributividad del mismo, como de hecho ya ocurre con las prestaciones no contributivas y los complementos a mínimos.
Hoy el Estado financia un 10% del gasto de la Seguridad Social vía transferencias y eso no lo hace menos contributivo. El Pacto de Toledo contempla esta posibilidad desde el año 1995. Así que, aunque se pusiera en marcha el impuesto a la banca y el de las transacciones financieras, las cotizaciones sociales seguirían siendo la principal fuente de financiación del sistema.
La banca no está preocupada
En cualquier caso, el sector bancario no se muestra excesivamente preocupado porque ve poco recorrido a la medida por tres motivos: porque no tiene sentido proponer parches nacionales a un problema europeo como el de las pensiones, porque la banca no debe ser un chivo expiatorio que solucione otros frentes y porque estos impuestos les dejarían en desigualdad de condiciones frente a otras entidades europeas, en un entorno en el que la rentabilidad es clave para la supervivencia.
De hecho, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ya ha dicho que no comparte la medida de Pedro Sánchez. "No soy muy favorable a subir impuestos, sino más bien lo contrario", ha dicho este martes. El PSOE podría buscar el apoyo del resto de la oposición para sacar adelante una medida de este tipo, pero parece difícil que pueda salir adelante.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación