En pleno furor por 'Fitur' y con el Gobierno congratulándose por el récord de 82 millones de turistas que España alcanzó en 2017, Exceltur y el BBVA alertan de que detrás del récord se esconden serios problemas. La patronal, de hecho, pide abiertamente a Moncloa medidas para paliar la que considera como una de las principales amenazas para el sector: la excesiva proliferación del 'alquiler turístico' o viviendas de uso turístico en la última década.
En conversación con Vozpópuli, el vicepresidente ejecutivo de la patronal turística, José Luis Zoreda, advierte de que el 'exceso' de turistas es ya un problema "estructural" en distintos puntos del país como Granada, Barcelona y San Sebastián capaz de degenerar en una creciente "turismofobia" que ya comenzó a visualizarse con manifestaciones contra el turismo el pasado año.
Según lo corrobora el último informe de Exceltur en la materia, la mayor parte de ciudades donde se han producido episodios de contestación al turismo en 2017 se encuentran entre las que presentan unos mayores ratios de presión turística, destacando las ciudades de Granada (11,7 turistas diarios cada 100 habitantes), Barcelona (11,1) y San Sebastián (10,7), en las que los 'desregulados' pisos turísticos constituyen más del 50% del flujo de los turistas.
"El tema es ver dónde está el límite del crecimiento donde la sociedad local siga siendo valor y el turismo permita una mejora de su calidad de vida", remarca Zoreda. "No hay que centrarse tanto en conseguir récords de turistas sino en trabajar para gestionar el éxito futuro del turismo de forma que sea sostenible no solo en clave económica sino también social", insiste.
"Acción estatal" contra los pisos turísticos
Frente al planteamiento del ministro de Turismo, Álvaro Nadal, alegando que la regulación de los pisos turísticos "es competencia exclusiva" de las autonomías que, por otra parte, "las están regulando con mayor o menor fortuna", Zoreda pide una "unidad o plan de acción estatal".
"Las comunidades no tienen por sí solas recursos para garantizar una correcta regulación de las plataformas que promueven estos pisos", dice el hombre de Exceltur. "Un plan nacional podría además obligar a las plataformas de pisos turísticos a corresponsabilizarse y autorregularse, como ocurre por ejemplo en todo lo relacionado con la salud", señala, para combatir la hasta ahora "mínima colaboración de las plataformas en asegurar el cumplimiento legal".
Lo anterior, que debe ir unido a otras medidas vinculadas con la "concienciación social del valor del turista" y la apertura de "más polos turísticos", debe aplicarse ya que, de lo contrario, seguirán sucediéndose "congestiones en los lugares de mayor atractivo turístico" que deriven en "aumentos del coste de vida para los residentes" y mayores "desgastes de los espacios públicos", suscitándose así el "rechazo vecinal" al turista o "turismofobia".
Desaceleración
Según ha informado Exceltur, los empresarios del sector turístico consideran "los efectos adversos del crecimiento descontrolado de las viviendas turísticas y los nuevos episodios de contestación social al turismo" como dos de los condicionantes que pueden agravar la "desaceleración" del sector prevista para 2018 no solo por la patronal turística sino por el BBVA.
El banco alerta en su último informe "Situación España" que "la evidencia indica que el sector podría estar aproximándose a niveles de saturación - particularmente, en los destinos tradicionales de playa - y que, hacia delante, aumentará la probabilidad de que los incrementos en la demanda se trasladen a mayores precios y salarios, en lugar de impulsar el crecimiento y el empleo en el sector". Vinculado a ello, BBVA augura que el consumo de no residentes se desaceleraría desde un ritmo de crecimiento del 8,7% en 2017 al 2,8% en 2018 y el 2,9% en 2019.
La propia Exceltur, por su parte, estima que el PIB turístico volverá a crecer en 2018 aunque a un ritmo de 3,3 puntos porcentuales, más de un punto menos que en 2017 (4,4) y casi dos menos que en 2016 (5,0). Esta hipótesis de crecimiento "atenuado" contempla "la paulatina vuelta a la normalidad del desempeño de la actividad turística en Cataluña, a partir del segundo trimestre, el crecimiento económico en la economía mundial, aunque a un ritmo más sostenido que en 2017 y menores flujos asociados a un posible desvío/redirección de turistas por la percepción de inseguridad de unos destinos del Mediterráneo Oriental como Turquía, Egipto y Túnez, de los que se prevé una gradual recuperación de sus cuotas de mercado".
Los condicionantes del 2018
Además de la "paulatina vuelta a la normalidad de destinos competidores como Turquía" y de los efectos de los pisos turísticos y de eventuales episodios de contestación social, los empresarios encuentran otras amenazas para el sector en el "debilitamiento del consumo turístico de los británicos por la depreciación de la libra y el Brexit, el impacto de la incertidumbre política vinculada a Cataluña sobre el turismo receptor catalán, y el impacto de la incertidumbre política vinculada a Cataluña sobre el conjunto del sector turístico español".
Entre los condicionantes positivos, por otra parte, enumeran "las favorables perspectivas de crecimiento económico en los principales países europeos de la UEM, el aumento de la conectividad aérea de los destinos españoles, la bajada de las tasas aeroportuarias anunciada para marzo de 2018, el escenario de contención del precio del petróleo en torno a los 65 dólares (Brent) y la mejora de la economía de los mercados de larga distancia (Norteamérica,Latinoamérica y Asia)".
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