Al contrario de lo que piense algún gran inversor de la city londinense, España exporta mucho más que naranjas, aceito y vino. Esta fue una de las ideas que quiso dejar clara esta semana el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, en la presentación de un informe titulado “Fortalezas competitivas y sectores clave en la exportación española”, elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE). De hecho, los autores del texto, dirigidos por Rafael Myro Sánchez, resaltan el crecimiento en los últimos diez años de sectores como los medicamentos, la química o la metálica básica.
El estudio, patrocinado por la CEOE y el ICEX, destaca otro cambio significativo en la exportación española, los mercados a los que se dirige. En 2010, el 72,4% de los productos patrios se quedaban en la Unión Europea, el 4,7% en el resto de Europa y el 22,8% en otros países del mundo. Ese reparto ha cambiado y las exportaciones que no salen de las fronteras comunitarias son el 61,1%, mientras que al resto de Europa se van el 7,8% y a otros países el 31,1%. Myro señala que esos dos factores, nuevos productos y nuevos mercados, al que se unen nuevas empresas hacen que las exportaciones españolas sigan un patrón de crecimiento bastante parecido al modelo alemán y que está dando resultados excepcionales. No en vano, García-Legaz aseguró que en una reunión esta misma semana con el FMI, los técnicos del organismo se mostraron sorprendidos porque la balanza por cuenta corriente de España haya pasado en seis años de un déficit del 10% del PIB a un crecimiento del 2%, y a un previsible superávit.
Esta última fue una de las palabras más repetidas en la presentación ya que, según explicó José Luis Feito, presidente del IEE, España no había registrado superávit comercial desde los años 50. Aunque teniendo en cuenta que los registros de la época no son fiables, según remarcó, esta situación no tiene precedente en el país.
Recuperación
Sin dejarse llevar por el optimismo de Feito, que aseguró que este dato es el capítulo uno de la recuperación de la economía española, el secretario de Estado reconoció el empuje de la exportaciones, que suponen un tercio del PIB, aunque con un pero: "Por sí solas no tienen la suficiente fuerza para ser el motor que tire de la economía, es necesario que aumente la demanda interna".
Con la vista puesta en el futuro, García-Legaz dibujó el escenario en el que se tendrá que mover España. "En los próximos años, el 90% del crecimiento se producirá fuera de la UE. Es por ello que tenemos que capturar parte de ese crecimiento. Una parte con las exportaciones y otra con las inversiones en el exterior". Los primeros pasos, según el secretario de Estado, están dados, puesto que se está produciendo un "cambio estructural en la economía española no debido sólo por la crisis", ya que se está extendiendo la idea de que las ventas no pueden enfocarse solo al mercado doméstico, sino que hay que salir al exterior.
A este respecto, el estudio señala que una de las asignatura pendientes es incrementar la propensión a exportar, así a como buscar nuevos mercados, por ejemplo en los conocidos como países EAGLEs (Emerging and Growth Leading Economies): China, India, Brasil, Rusia, Corea, Indonesia, México, Turquía, Egipto y Taiwán.
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