Economía

Las empresas españolas aprenden la lección: en la exportación está la clave para sortear esta crisis

En 2012, el número de empresas españolas que superaron la barrera de los 100 millones de euros en exportaciones creció un 20% hasta 215. Los empresarios españoles han reaccionado a tiempo, poniendo el foco en la innovación y la conquista de nuevos mercados. Desde que empezara la crisis, las exportaciones han crecido cerca de un 25%.

Con un mercado interno acechado por la falta de crédito y la caída del consumo, las empresas españolas han tenido que reaccionar a tiempo para no quedarse atrás y hacer una apuesta firme por la externalización. Los resultados comienzan a apreciarse, ya que el número de empresas que exportan por encima de los 100 millones de euros anuales ha crecido exponencialmente en los últimos años. Si en 2011 fueron 179 empresas las que superaron dicha cifra, en el ejercicio 2012 fueron 215 compañías, según atestigua el dossier 'Campeones 2012 de la exportación española' que elabora la revista especializada Fomento de la Producción.

De hecho, el pasado mes de marzo, España le daba la 'vuelta a la tortilla' al conseguir que la exportación de bienes y servicios batiera a las importaciones, algo que no ocurría desde hace más de cuatro décadas. No obstante, el déficit energético sigue siendo la asignatura pendiente, ya que petróleo es lo que más se importa.

Las exportaciones no sólo han crecido un 25% desde que estallara la crisis, sino que a raíz de la recesión que atraviesa la Unión Europea, han sabido desplazarse hacia nuevos mercados emergentes. Así, mientras que en 2010 el 72,4% de la producción española permanecían en la Unión Europea, ahora ese porcentaje ha disminuido hasta el 60%, en beneficio de otras regiones como Estados Unidos u Oriente Próximo, que importan cerca del 30%.

Mejor adaptación que Francia o Italia

España es un país de servicios, por lo que existe una necesidad natural de las empresas por salir al exterior, hasta el punto de que cerca del 90% de sus ingresos actuales proceden de otros países. Esto demuestra que la economía española puede ser competitiva, lo cual repercute positivamente en los inversores internacionales, que comienzan a prestar atención a esta drástica transformación.

Esta semana, 'The Economist' dedicaba un artículo al aumento de las exportaciones titulado 'Al mal tiempo, buena cara', en el que se hacía hincapié en la gran capacidad de adaptación que están demostrando los empresarios de PYMES españolas, en comparación al inmovilismo de otros países del entorno.

"España debe reinventarse para destacar como exportador, como creador de valor añadido"

"El hambre agudiza el ingenio, reza un dicho popular español, y parece que en este caso se cumple. La diferencia entre España y países como Francia o Italia, donde la situación no es tan grave, es que los españoles han aceptado que necesitan un cambio radical para salir de ésta. Incluso las firmas pequeñas son conscientes de que deben expandirse en el extranjero a fuerza de innovar".

Gran oportunidad para PYMES

“La crisis no ha afectado a una empresa familiar como Gullón, una de las principales productoras de galletas de toda Europa, sino todo lo contrario. Les ha forzado a explorar nuevos mercados, con lo cual han conseguido aumentar sus ventas en 2012 en un 10% hasta los 216 millones de euros y un tercio de su producción actual se vende fuera de España”, afirma el artículo. "Gracias a la innovación y la apuesta por la mecanización han podido aumentar su cuota de mercado en un entorno de profunda debilidad".

Otra de las empresas citadas es la productora de derivados de aluminio Alibérico, que conscientes de que se jugaban el 95% de sus ventas en Europa, decidieron cambiar la estrategia. "En 2010 abrieron una planta en Marruecos, en 2011 compraron otra en Estados Unidos y en 2012 llegaron a un acuerdo en India. A esto hay que sumar sus proyectos de futuro en Australia y Brasil, lo cual podría elevar los ingresos desde los 200 millones de euros actuales hasta los 800 millones en 2015", explica.

A pesar de los problemas que España arrastra, entre los que destacan la alta tasa de paro y el déficit público, las PYMES se han convertido en uno de los principales motores de crecimiento. "España debe reinventarse para destacar como exportador, como creador de valor añadido", resume Fernando Casado, director del Consejo Empresarial para la Competitividad.

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