Las fábricas españolas hicieron el mayor acopio de materias primas y recursos en 24 años, desde 1998, justo antes del inicio de la guerra en Ucrania iniciada el pasado jueves 24 de febrero. Las empresas del sector manufacturero aumentaron sus compras ante un previsible aumento de precios y escasez de productos, impulsando aún más las presiones inflacionistas a nivel general.
Una encuesta realizada por IHS Markit entre el 10 y el 21 de febrero a alrededor de 400 fabricantes refleja que la incidencia de almacenamiento por parte de las empresas que han comprado bienes es la más alta desde 1998. En concreto, aproximadamente una de cada cuatro fábricas aumentó sus existencias justo antes de que estallara la guerra en Ucrania, según los datos proporcionados por IHS Markit a Vozpópuli.
Desde la consultora relacionan estas compras masivas con un "intento de hacer acopio de inventarios de seguridad para evitar la escasez y los aumentos de precios previstos". Las empresas encuestadas siguieron manifestando en febrero la escasez de oferta que venían sufriendo meses anteriores, así como un "fuerte" aumento de los costes de estas materias primas necesarias para la producción.
En el momento de la encuesta todavía no había estallado el conflicto Rusia-Ucrania, por lo que no se puede establecer una relación directa; pero sí había escalado la tensión, disparando aún más el precio del gas y amenazando con alargar los problemas iniciados con la pandemia de la covid-19.
Los fabricantes trasladan los mayores costes a los precios de sus productos
En el sector alimentario, se espera que el conflicto afecte al suministro de la industria del pan, la pasta o la carne, por el maíz, el trigo y el aceite de girasol provenientes de Ucrania. También podría provocar una mayor escasez de semiconductores, elevando la presión en los fabricantes de coches y dispositivos tecnológicos.
De esta forma, en línea con los problemas que venían experimentando desde hace meses y "a medida que la demanda y la escasez han seguido aumentando en las cadenas de suministros, las empresas buscan comprar bienes siempre que sea posible para tratar de mantener sus propias líneas de producción", explican desde la consultora internacional.
En cualquier caso, IHS Markit espera revelar más información sobre los efectos que el conflicto en el este de Europa puede tener en las empresas españolas en el informe del mes de marzo. Los expertos y economistas asumen que amenazará la recuperación económica de España, aunque el grado dependerá del tiempo e intensidad de la guerra.
De momento, Ia consultora apunta en su último análisis a un incremento "sin precedentes" también en las tarifas cobradas por los fabricantes, con cada vez más empresas repercutiendo en sus clientes (otros fabricantes, distribuidores, minoristas, proveedores de servicios, etc.) esas subidas de precios en las materias primas.
Más producción en las fábricas
La parte positiva es que el sector manufacturero español recuperó fuelle en febrero, principalmente por un incremento más firme de la producción (tras meses a medio gas por los problemas de suministros) y el mayor aumento del empleo en seis meses.
El crecimiento de la producción estuvo vinculado con un aumento de los nuevos pedidos y los esfuerzos para poner al día las cargas de trabajo. Por el lado del empleo, "las proyecciones positivas de crecimiento y las altas cargas de trabajo en general alentaron de nuevo a las empresas a contratar más personal", señalan desde IHS Markit.
Las empresas comentaron que la demanda y la actividad del mercado mejoraron tanto en el país como en el extranjero. En este sentido, en el momento de la encuesta, confiaban en mantener las tendencias positivas de la producción y los nuevos pedidos, aunque no podían prever aún el impacto de la guerra y las sanciones impuestas a Rusia.
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