La factura de la luz de abril y mayo ha sido de récord. Y junio va camino de superarlos. Aquellos hogares que estén acogidos al Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), la tarifa eléctrica del mercado regulado, han pagado 60 euros más en los últimos tres meses frente al mismo período del año anterior y sufren un aumento cercano a los 30 euros en comparación con el primer trimestre de 2021.
Y la nueva factura no es la principal culpable de este aumento, ya que entró en vigor el pasado 1 de junio. Según los datos ofrecidos a este medio por la consultora energética Advanced Energy Consulting (AEC), un hogar con un consumo medio cerrará el segundo trimestre de 2021 con un gasto total de 218,41 euros, frente al coste de 154,92 euros que tuvo su factura entre abril y junio del pasado año. Un 40% más en comparación a este período marcado claramente por la pandemia.
Aunque si se compara con el mismo período de 2019, donde el coronavirus todavía no había aparecido en escena, el aumento de la factura de los últimos meses frente al mismo período de aquel año es del 17%. AEC realiza esta estimación para un consumidor doméstico de una tarifa 2.0 sin discriminación horaria, que pasó en junio a una tarifa con discriminación horaria en tres periodos de manera obligatoria. El consumo medio de estos hogares es 3500 kWh anuales y tienen una potencia contratada de 4,4 kW. El cálculo incluye IVA e impuesto eléctrico (IEE).
“Hay una subida muy importante debido al mercado”, explica el director de Advanced Energy Consulting (AEC), Germán Palomo. “En el caso de los domésticos, la subida por los nuevos periodos tarifarios no es muy importante ya que el repunte se compensa por la bajada del término de potencia”, añade el experto.
La factura se dispara en junio
El coste de de la electricidad en el mercado mayorista llegaba este martes hasta los 90,95 euros por cada megavatio hora (MWh). Unos niveles diarios que no se veían desde el temporal Filomena y que asustan a los consumidores mientras se adaptan al nuevo modelo de tarifa. Junio será de récord pero estos nuevos tramos no son los grandes culpables.
“Para un consumidor doméstico en PVPC, aquellos que tienen la tarifa indexada al mercado mayorista, el recibo podría llegar a encarecerse hasta un 45% en junio”, detalla Simona Sacripante, fundadora de Easyner. “Hay que tener en cuenta dos aspectos: por un lado el encarecimiento de la parte regulada del término energía (entre un 10 y un 30% en función de la tarifa que tenían contratada anteriormente) y la subida del pool (mercado mayorista) que, si se mantuviera por encima de los 80 euros, supondría una subida del 80% con respecto a la media de los últimos 12 meses”, matiza.
“Con respecto a su impacto para los consumidores que estén en el mercado libre, dependerá de su tipo de contrato”, aseguran los expertos energéticos del Grupo ASE. “Quien haya contratado un precio indexado al mercado notará un encarecimiento, pero quien disponga de un precio fijo no experimentará cambio a corto plazo”, informan.
El gas es el que manda
La principal causa del encarecimiento que está experimentando la electricidad es el actual nivel de precios del gas. En estos momentos, este precio se sitúa en 28,75 euros/MWh. “Muy caro, triplica su precio habitual en esta época del año”, comentan los expertos del Grupo ASE. “Las causas que han provocado esta subida del precio del gas son mayoritariamente logísticas y políticas y es muy improbable que se resuelvan en lo que queda de mes”, puntualizan.
La evolución del precio de la luz está ligada a cómo se comporte la materia prima de los ciclos combinados de gas, que en la primera quincena de junio han producido un 13% más de electricidad que hace un año. El gas ha ganado peso en el mix eléctrico porque el parque nuclear está al 70% de su capacidad, a causa del cierre de hasta tres centrales, dos de las cuales permanecen paradas y no se acoplarán hasta finales de mes.
“Un escenario que llega junto a un repunte del precio de las emisiones de CO2”, recuerda Luis Villar, country manager de Global Capital Finance. “El gas está disparado y quemarlo es más caro que nunca, un hecho que tiene un impacto directo en el consumidor final”, comenta. Además, escasea la energía eólica. En la primera quincena su producción ha sido un 20% inferior a la de junio del año pasado.
A esta situación, por el lado de la oferta, hay que sumar las elevadas temperaturas, que incrementan la demanda eléctrica. “Es previsible que este nivel de precios se mantenga de cara al cierre de junio”, estiman desde el Grupo ASE. “Si no se invierte la tendencia actual, el mercado cerraría en más de 80 euros en junio y se convertiría en el mes más caro de la historia del pool. De hecho llevamos dos días rompiendo récord a 90,95 y 94,63 euros respectivamente para hoy y mañana”, concluye Simona Sacripante.
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