El Gobierno anunció en su último decreto de 2023 que el IVA de la factura de la luz saltaría del 5% al 10% a partir del 31 de diciembre. Un susto que los consumidores esperaban notar en el recibo eléctrico de enero. Pero la sorpresa se ha adelantado. Los consumidores que lean estos días su factura de la luz de diciembre encontrarán que ya se carga con un IVA del 10%.
“En virtud del Real Decreto-ley 8/2023, de 27 de diciembre de 2023, el IVA aplicable a su factura se encuentra reducido del 21% al 10%”, explica Iberdrola en una factura de diciembre con cobro en enero. Una subida que también aparece en las facturas eléctricas de Naturgy, Endesa o Repsol a las que ha tenido acceso Vozpópuli. Todos los recibos de cualquier comercializadora de diciembre que se cobren en el mes de enero tendrán este IVA.
Desde el sector explican que esta subida se aplica por ley. El tipo impositivo se fija en el momento del devengo, que es cuando es exigible el pago de la factura. Así lo establece la ley de IVA, que especifica que en los contratos de 'tracto sucesivo', como es el caso de los suministros de luz y gas, se aplica el tipo exigible en el momento en el que se produce el devengo, o lo que es lo mismo, en el momento en el que es exigible el pago el servicio y cuando se emite la factura.
Es decir, el nuevo IVA aplica en el momento en el que se cobra la factura de la luz pese a que el período que se paga sea 2023, donde el nuevo decreto del Gobierno no estaba en vigor. Una sorpresa que puede suponer un incremento cercano a los 2,5 euros en una factura convencional del mes de diciembre de un hogar medio, que se sitúan entre las más altas del año por el uso de las calefacciones eléctricas y por el menor número de horas de luz natural. El 10% del IVA en las facturas de la luz se extenderá en todo 2024.
Más sustos en la factura de la luz
Otro de los impuestos que vuelven a castigar ya en la factura de la luz de diciembre es el impuesto especial sobre la electricidad. Este tributo se situaba en el 5,11% hasta el 14 de septiembre de 2021, cuando el repunte de los precios de la energía provocó que el Gobierno redujera esa tasa hasta el 0,5%.
Como explican las compañías, “en virtud del Real Decreto-ley 8/2023, de 27 de diciembre de 2023, el impuesto especial sobre la electricidad aplicable a su factura se encuentra reducido del 5,11269632% al 2,5%”. Durante el primer trimestre de ese año, este impuesto cargará con el 2,5% y, en el segundo trimestre, subirá hasta el 3,8%.
Las facturas de gas de diciembre que se cobren en enero también llegarán con esta sorpresa. El IVA en el gas natural será del 10% durante los primeros tres meses de 2024 y en los combustibles de biomasa o de calor durante el primer semestre del año. Posteriormente volverá al tipo anterior, que era del 21%.
En 2024, este 10% de IVA también se aplicará a otros materiales energéticos como pellets, briquetas y leña, sustitutivos ecológicos del gas natural procedentes de biomasa y destinados a sistemas de calefacción. La medida estará vigente hasta el 30 de junio y posteriormente volverá al 21%.
Uno de los impuestos que vuelven pero que todavía no se aprecian en la factura es el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía, porque lo irán cargando las empresas de forma indirecta. Esta tasa grava las actividades de producción e incorporación de energía al sistema eléctrico. El tipo impositivo es del 7% del importe total que corresponda percibir por la generación e incorporación de energía al sistema eléctrico.
Es decir, es un impuesto que pagan los productores de electricidad y no los consumidores, aunque estos trasladan este castigo fiscal a la factura de los consumidores. Los productores añaden este coste a las ofertas de venta y el impuesto llega al consumidor final en el precio que paga por la electricidad.
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