El recibo de la electricidad de un consumidor medio alcanza los 64,13 euros en el mes de octubre, lo que supone una caída del 12,7% con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando costó 73,45 euros.
Sin embargo, según el simulador de la factura de la electricidad de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con respecto a septiembre el recibo sube un 5,7%, puesto que el mes pasado alcanzó los 60,68 euros. Teniendo en cuenta que octubre tiene un día más, en términos diarios la subida fue menor, del entorno del 4,5%.
De esta manera, en términos mensuales el recibo vuelve a subir en octubre, tras las bajadas de septiembre y agosto. Anteriormente, rompió en julio con dos meses de descensos. También subió un 1% en abril, mes en que acabó con la tendencia bajista experimentada desde el pasado mes de octubre, que solo se vio interrumpida en diciembre, cuando subió levemente.
El cambio de tendencia de octubre de 2018 se produjo gracias a que el Ministerio de Transición Ecológica decidió durante ese mes suspender durante seis meses la aplicación del impuesto del 7% a la generación eléctrica, medida que supuso una rebaja de alrededor del 4% en la factura, pero que dejó de estar vigente a mediados de abril. Por ello, a partir de ahora, la vuelta de este impuesto tendrá un efecto alcista en el recibo.
Evolución del coste de la electricidad
En cuanto a la evolución del coste de la electricidad con respecto al año pasado, con octubre a la baja son ya seis meses de descensos tras subir en abril y marzo. Anteriormente, bajó un 1,3% en febrero, caída que se produjo después de la subida del 5,7% experimentada en enero tras bajar también en diciembre, mes que rompió con los incrementos registrados desde mayo.
Dicha evolución del precio de la luz se corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh).
Estas oscilaciones en el precio de la electricidad se producen básicamente por las variaciones en el coste de producción, que se incrementa cuando hay poca aportación de fuentes de generación renovable como el agua y el viento y mucha de fuentes fósiles más caras, especialmente el gas o el carbón. También se ven afectados por otros factores como el precio del petróleo.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación