Las pensiones afrontan el próximo año una nueva subida que elevará la factura mensual hasta rozar los 13.000 millones, un nuevo récord que amenaza el sistema. Actualmente, la Seguridad Social abona 10,1 millones de pensiones contributivas a 9,1 millones de personas cada mes, lo que acarrea un gasto que se sitúa ya en 12.100 millones de euros.
El pasado jueves, 14 de diciembre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó que el IPC de noviembre se situó en el 3,2%, lo que implica que en enero todas las pensiones contributivas se revalorizarán automáticamente un 3,8% para contrarrestar el efecto que la inflación ha tenido este año en los bolsillos de los beneficiarios, lo que elevará la nómina hasta los 12.600 millones de euros.
A esto se suma el crecimiento constante en el número de pensionistas, con la generación baby boom, y el efecto sustitución, con nuevas pensiones más altas que las que salen del sistema. Esto acarrea una subida anual de, aproximadamente, otro 2%. El resultado será que a finales del próximo año la factura se situará ya muy cerca de los 13.000 millones de euros.
La imparable subida de las pensiones contributivas se traduce en un incremento de la factura de casi 1.000 millones al año. Este año se cerrará con una factura mensual 1.200 millones de euros superior a la que se pagó en diciembre de 2022. Es un 10,9% más elevada, puesto que la revalorización en enero de este año fue del 8,5%, la subida media del IPC en 2021.
El doble de gasto que hace 15 años
La consecuencia es que las pensiones ya se comen en seis meses el gasto de todo un año antes de la crisis financiera. Sin contar las pagas extra, entre enero y junio de este año se han gastado casi 72.000 millones de euros, una cuantía similar a la suma de todas las nóminas de los pensionistas durante el año 2008.
A lo largo de aquel año se pagaron 8,39 millones de pensiones a 7,64 millones de pensionistas, lo que tuvo un coste de 72.464 millones de euros (84.533 millones si se cuentan las 'extras' de junio y diciembre), según los datos de Seguridad Social.
El número de pensiones y de pensionistas ha crecido alrededor de un 20% desde entonces, hasta los 10,04 millones y 9,09 millones, respectivamente. Sin embargo, el gasto se ha elevado un 100% respecto a aquel momento, con una factura de 71.703 millones hasta junio (83.399 millones contando la 'extra' abonada en junio).
Ahora la pensión media del sistema asciende a 1.195 euros mensuales, mientras que en 2008 estaba en los 720 euros. Es decir, que ha crecido un 66%, según los datos difundidos por el Ministerio de Seguridad Social. Con la última revalorización, la pensión máxima ha superado ya los 3.000 euros mensuales.
A esto se suma que la tasa de reemplazo de España (en qué grado el sistema de pensiones sustituye el salario que tenía la persona cuando aún era trabajador) es elevada, próxima al 80%, respecto a la media de la OCDE (62%). Todos estos factores aumentan progresivamente la factura y amenazan con desbordar el presupuesto.
106.000 millones de deuda
Hasta 2017, la Seguridad Social mantuvo durante décadas sus niveles de deuda estables, en torno a los 17.000 millones. En ese año el Gobierno que entonces presidía Mariano Rajoy se encontró sin dinero suficiente en el Fondo de Reserva (conocido como 'la hucha de las pensiones') para pagar la paga extra de verano a los pensionistas.
Fue entonces cuando la Seguridad Social recibió el primer préstamo del Estado, que se sucedió de muchos otros para poder afrontar el creciente coste de las pensiones. La deuda de la Seguridad Social superó en noviembre por primera vez los 100.000 millones de euros y va ya por los 106.00 millones. Es decir, que se ha multiplicado por seis respecto a 2017.
La reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno anterior e ideada por el entonces ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, pretende aumentar esa hucha hasta los 130.000 millones de euros en 2043 a través de la subida de las cotizaciones a los trabajadores (Mecanismo de Equidad Intergeneracional). Pero, si se cumplen las previsiones de la AIReF de que los gastos sigan superando a los ingresos, para llegar a ese ahorro se seguirá engrosando la deuda.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió este miércoles de que, según la AIReF, los nuevos ingresos "sólo cubren parcialmente el aumento del gasto" que viene, sobre todo, por ligar las pensiones a la inflación. Las medidas adoptadas para incrementar los ingresos aportarán el equivalente de un 1,3% de PIB en 2050, mientras que al mismo tiempo los gastos en pensiones van a crecer en un 2,4% del PIB.
En ese informe, además, sitúa a España como el segundo país más generoso con sus pensionistas, con una tasa de reemplazo bruta (los ingresos por jubilación en relación a los salarios) del 80,4%, sólo por detrás de Grecia (80,8%). Respecto al último informe publicado en 2021, España ha pasado de tener la séptima tasa de reemplazo bruta más elevada (73,9%) a la segunda, superando a Italia (en tercer lugar, con una tasa del 76,1%). Es decir, se ha elevado en 6,5 puntos en dos años.
Este indicador refleja que la pérdida de poder adquisitivo que sufren los jubilados cuando abandonan el mercado laboral es cada vez menor. En el conjunto de la OCDE la tasa se sitúa en el 50,7%, lo que significa que en la media de los países reciben prácticamente la mitad de lo que cobraban como trabajadores. Las tasas más bajas, inferiores al 30%, son las de Australia, Estonia, Irlanda y Lituania.
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