El sector de proveedores de automoción, que conforma una industria de más de mil empresas que producen componentes para las plantas de fabricación de vehículos y piezas para el mercado de recambios, facturó casi 38.000 millones de euros en 2022, un 17,4% más que en el anterior ejercicio. A pesar de ello, todavía no se han alcanzado los niveles de prepandemia, según los datos de la patronal del sector, Sernauto.
Para su presidente, Francisco Riberas, 2022 fue un año de transición y moderadamente positivo en términos de volúmenes, aunque el aumento de las ventas no se ha debido a una mayor actividad "sino al impacto de la inflación y de los costes" de las materias primas, la energía, logísticos y laborales.
La facturación por las exportaciones en el sector sumaron 22.669 millones, el 60,1% de la facturación total, lo que supone una cifra récord y un 15,3% más que en 2021. En el mercado español la cifra de negocio ascendió a 15.000 millones, de los que 9.110 millones correspondieron al suministro de equipos y componentes de fabricación de vehículos (24,9% más) y 5.889 millones al mercado de recambios (14,9% más).
Con respecto al empleo en el sector, Sernauto lo ha cifrado en 329.950 personas a finales de 2022, un 0,8% más que en 2021, en un ejercicio que se ha caracterizado, añade, por un incremento del grado de cualificación de los trabajadores y un "compromiso" con el talento.
No obstante, la patronal ha admitido impactos en el empleo debido a los niveles de automatización de los procesos y la transformación del sector hacia la electrificación, con una cifra de trabajadores relacionados directamente con el vehículo de combustión de 70.000 personas.
En este sentido y según un informe europeo del que se ha hecho eco Sernauto, el potencial impacto por la presión regulatoria de 2035 ascendería a 40.000 empleos "en el peor de los escenarios", si bien ha subrayado la dificultad de cuantificar esa supuesta pérdida de mano de obra y la compensación por la creación de nuevos empleos por la electrificación del parque.
Mejoría en 2023
La primera estimación de Sernauto con respecto a la facturación en 2023 estaría en el entorno de una subida del 6% en comparación con el año pasado, con un mantenimiento de los niveles de empleo o, incluso, con un aumento del 1% por la incorporación de perfiles más digitales y tecnológicos.
El director general de Sernauto, José Portilla cree, no obstante, que hay que ver la evolución de la economía alemana y europea para confirmar estas previsiones, aunque confía en que el sector "puede recuperar los márgenes".
Este año se prevé que la mejora de la facturación se concentre más en Europa, aunque ha advertido en cuanto a la transformación al vehículo eléctrico la pujanza de China, abaratando costes y fabricando vehículos eléctricos competitivos, y la "lentitud" de Europa en la producción.
Para este año, el mayor impacto para el sector seguirá siendo la inflación, la subida de los tipos de interés, el coste de la energía y la pérdida de poder adquisitivo, lo que se compensará, ha asegurado, con la demanda aún retenida.
En lo que sí ve la patronal un problema serio en los próximos años es en la transformación al eléctrico sin las ayudas necesarias por parte de las administraciones. Será fundamental en este 2023 la llegada de los fondos europeos a las empresas, lo que permitirá un cierto margen para la financiación.
Y es que la segunda convocatoria del Perte del automóvil eléctrico se ha ido retrasando y, aunque esperan que la primera línea de ayudas para baterías va a salir en breve plazo, la segunda línea destinada a la cadena de valor apunta que no lo hará antes de septiembre.
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