Hay familias titulares de grandes negocios y negocios respaldados por grandes familias. El grupo Masaveu no responde a ninguna de ambas tipologías. En los Masaveu, el más importante grupo capitalista asturiano, y titulares de una de las grandes fortunas españolas, apellido y negocios forman, desde hace 174 años, un todo indisociable porque ambas dimensiones, la familiar y la mercantil, constituyen un único concepto cincelado de generación en generación. Las cementeras, inmuebles, viñedos y gasolineras han crecido alrededor de la banca. Una de las grandes vocaciones históricas de esta familia que ha vuelto a confirmarse esta semana con su apuesta dd 50 millones por Liberbank.
El apellido Masaveu vive apegado al grupo liderado por Cajastur desde su salida a Bolsa. La alianza comenzó de una forma discreta pero se instensificó el pasado verano. En la recta final de agosto, los Masaveu, a través de su vehículo Corporación Masaveu, adquirieron 6,8 millones de acciones en seis operaciones que elevaron su participación en el capital de Liberbank hasta el 0,57%. Su presencia en Liberbank se plantó en el 1,5%, antes de la ampliación de capital de esta semana. Tras esta, el apellido de banqueros detenta ya el 5% de un banco con el que comparte una larga lista de intereses.
Destacan la alianza en la eléctrica portuguesa EDP, mediante una sociedad conjunta, denominada Oppidum, que posee un 6,18% de la eléctrica. El paquete de Oppidum, valorado en 500 millones, se ha consolidado como el tercer accionista más relevante de la eléctrica portuguesa, a sólo 61 centésimas por debajo del segundo, el grupo español Iberdrola, dueño del 6,79%. El accionista hegemónico de EDP es el grupo estatal chino CTG, titular del 21,35%.
‘La Casa’, según la terminología que siempre ha utilizado la familia, y Liberbank también confluyen en Imoma, una empresa de investigación y tratamiento de cáncer, en el que la entidad financiera y los Masaveu son los socios mayoritarios.
El incremento del apoyo de los Masaveu a Manuel Menéndez llega en un momento de dudas sobre Liberbank. De hecho, cada vez hay más voces en el sector que explican que la reciente ampliación de capital es el antídoto que presentar ante el Banco Central Europeo ante las dudas para superar el test de estrés que se aplicará a las 128 principales entidades europeas. En este río revuelto, los Masaveu pueden sentarse en el consejo de Liberbank.
El apellido familiar no ha parado de ocupar sillones en entidades financieras desde que, en 1840, Pedro Masaveu Rovira fundó Banca Masaveu, entidad que en 1984, y salpicada por el escándalo de Rumasa, se fusionó con Banco Herrero, que, una década más tarde, pasó a estar bajo la órbita de La Caixa, para terminar siendo vendida a Sabadell en 2001.
En 1958, Pedro Masaveu se incorporó al consejo de administración de Banesto, puesto que ocupó durante una década, hasta su muerte. Le sucedió su hijo Pedro Masaveu Peterson, quien abandonó la entidad por diferencias con Mario Conde. De hecho, su negativa a firmar las cuentas de Banesto significaron el arranque de las investigaciones del Banco de España que concluyeron en la intervención y posterior venta al Santander Central Hispano.
Las distintas generaciones de Masaveu han continuado manteniéndose unidas al mundo financiero a través de sus participaciones en Santander y Bankinter. En este último, la saga ha seguido reforzándose hasta el pasado agosto, cuando adquirió 28.400 acciones que han elevado su participación total al 5,3% del capital del banco, donde Fernando Masaveu Herrero defiende los intereses de la familia desde un sillón en el consejo.
Fernando es el heredero de una de las mayores y más enigmáticas fortunas españolas, constituida por un vasto grupo empresarial, formado por compañías cementeras, de transporte, inmobiliarias, financieras o agroalimentarias. Una fortuna que cuenta con uno de los mayores patrimonios artísticos privados de este país.
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