La confianza de los españoles lentamente va dejando atrás el coma que le provocaron los años más severos de la crisis. El aumento del consumo interno, aunque todavía moderado, es el mayor síntoma. Pero no el único. La mejora de las expectativas, combinada con las bajísimas rentabilidades que ofrecen los productos tradicionales como las cuentas de ahorro y los depósitos, han provocado que las familias diversifiquen sus inversiones hacia destinos de mayor riesgo.
Así, los activos de los hogares españoles (y las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares) en acciones alcanzaban los 178.146 millones de euros al término del tercer trimestre de 2014, según los datos del Banco de España. Este importe representa un 24,8% más que los 142.746 millones de un año antes. Evidentemente, este ascenso se debe en gran medida a la revalorización que experimentaron los parqués. Como referencia, el Ibex 35, que supone el 90% del valor total de la Bolsa española, subió el 17,8% en dicho periodo. Por tanto, de los 35.400 millones más que tenían las familias invertidos en empresas cotizadas, unos 25.400 millones se explican por este ascenso de las cotizaciones. El resto, sin embargo, procede de inversiones directas. Es decir, los españoles confiaron a los mercados casi 10.000 millones más. Los 178.146 millones de las familias en acciones implican un peso sobre el total de los activos del 9,1%. Un año antes, las inversiones en Bolsa representaban el 8%.
¿De dónde provienen estos 10.000 millones? Al margen de que una parte pueda proceder de nuevo ahorro, los datos del supervisor reflejan que las familias redujeron en 6.309 millones de euros el dinero que tenían en efectivo al cierre del tercer trimestre del año pasado. En concreto, pasaron de sumar 84.124 millones en septiembre de 2013 a 77.815 millones (un 7,5% menos). Mientras, los depósitos, a pesar de que los tipos de interés están en mínimos históricos, apenas perdieron 1.274 millones. En 12 meses descendieron de 773.421 millones a 772.147 millones (-0,16%). En términos relativos, no obstante, la caída es más significativa, ya que disminuyeron su peso sobre la riqueza total de los hogares del 43,4% al 39,5%.
Las familias reducen en 6.309 millones de euros el dinero que tenían en efectivo, al pasar de 84.124 millones a 77.815
Además de la Bolsa, el descenso del peso de los depósitos (y del efectivo) entre los activos de las familias españolas se ha visto compensado por el incremento de los fondos de inversión, que elevaron su valor un 27,6%. En concreto, los hogares tenían 173.224 millones en septiembre pasado, frente a los 135.687 millones de 2013. De esta forma, los fondos de inversión acaparan el 8,9% de todos los activos, frente al 7,6% anterior.
Por su parte, las inversiones en otras participaciones en el capital ascendieron de 57.661 millones a 59.626 millones, mientras que en acciones no cotizadas los españoles sumaban 297.377 al cierre del tercer trimestre, lo que supone un 36,6% más que los 217.718 millones de un año antes. Es decir, 80.000 millones más que fuentes financieras explican por la creciente creación de proyectos empresariales ante las dificultades para encontrar empleo. Las acciones no cotizadas representan ya el 15,2% del total, tres puntos más que 12 meses antes. En valores de deuda, la cifra apenas ha variado y alcanza los 26.997 millones, frente a 26.839 millones.
En cuanto a los planes de pensiones, los españoles ya tienen 155.977 millones, un 5,6% más que los 147.618 millones de septiembre de 2013. Más han crecido los seguros de vida y productos similares, que han pasado de 130.274 millones a 145.755 (+11,9%).
En cualquier caso, los activos financieros de los hogares ascendieron a 1.951.995 millones en los nueve primeros meses de 2014, un 9,6% más en tasa interanual (1.781.257 millones). Ahora bien, con respecto al segundo trimestre, este importe ha caído en más de 14.000 millones (a junio sumaban 1.965.129 millones). Este descenso no lo compensó suficientemente el desapalancamiento de las familias, cuyos pasivos alcanzaban los 817.863 millones, frente a los 829.032 millones de junio y los 855.660 millones de un año antes. Así, la consecuencia es que la riqueza de los españoles rompió con dos años de crecimiento intertrimestral. En septiembre se situó en 1,134 billones de euros, frente a los 1,136 billones de junio. Eso sí, son un 22,5% más ricos que un año antes, cuando el saldo neto alcanzaba los 925.597 millones. Dicho de otra forma, los hogares son hoy (en septiembre pasado) 208.534 millones más ricos.