El gran interés que había despertado la licitación para el diseño, construcción y operación del metro de Bogotá, uno de los contratos de infraestructuras más atractivos en Latinoamérica, se ha disipado de forma notable en las últimas horas, hasta el punto de que tan solo dos de los cinco consorcios que habían registrado la documentación para poder presentar una oferta siguen adelante en el proceso. De este modo, la consecución del contrato, valorado en más de 3.000 millones de euros, queda en un mano a mano entre la propuesta del consorcio armado por Carlos Slim, en torno a sus participadas FCC y Carso, y el de China Harbor, que cuenta con el apoyo del fabricante Bombardier.
De esta forma, por el camino se quedaron tres consorcios, integrados mayoritariamente por compañías españolas (Acciona, Sacyr y CAF) y chinas. En una fase anterior del proyecto se quedó OHL, que también había configurado una alianza para tratar de hacerse con el contrato.
El interés de Slim por conseguir un contrato de este tipo en la región es más que evidente. En su día, cuando todavía no tenía presencia en el capital de FCC, ya pujó por las dos primeras líneas del metro de Panamá a través de Carso. Sin embargo, en ambas ocasiones las obras fueron a parar precisamente a la compañía española, que entonces actuaba como socio minoritario de la brasileña Odebrecht.
El magnate mexicano hará un nuevo intento por entrar en Panamá con la licitación de la tercera línea del metro, al que acude también con un consorcio en el que está presente FCC.
Operación durante 20 años
El otro grupo que se mantiene en la lucha por la primera línea del metro de Bogotá es el rival a batir, dado que China Harbor Engineering es filial de China Construction, la mayor constructora del mundo y una de las mayores corporaciones del planeta.
El contrato que otorgará la entidad pública Empresa Metro de Bogotá comprende el diseño de la línea, así como la financiación parcial del proyecto y la ejecución de las obras de construcción. El consorcio que finalmente se haga con la licitación también deberá aportar los trenes que circularán por el recurrido y encargarse de la operación y el mantenimiento de la línea durante 20 años.
Para este último capítulo, el consorcio del que forma parte FCC cuenta como socio con Transports Metropolitans de Barcelona, encargada de la gestión del transporte público de bus y metro en el área metropolitana de la Ciudad Condal.
Desenlace, en diez días
La primera línea del metro de Bogotá tendrá una extensión de 24 kilómetros y contará con 16 estaciones, diez de las cuales incluirán un intercambiador con otros sistemas de transporte de la capital colombiana.
Para el próximo 21 de octubre se espera el acto de apertura de los sobres, que desvelará el consorcio que ha obtenido la mejor puntuación y que, salvo que prospere una hipotética reclamación ulterior, será el que finalmente se lleve el contrato para que Bogotá deje de ser la única gran capital de Latinoamérica sin línea de metro.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación